Hugo Chávez se consolida en medio de bonanza petrolera

Hugo Chávez se consolida en medio de bonanza petrolera

CARACAS (AFP).- A un año de ganar el referendo que buscaba desalojarlo del poder, el presidente Hugo Chávez aparece consolidado en el poder en Venezuela, que en medio de una bonanza petrolera sin precedentes, retoma la calma tras la grave crisis política de 2001 a 2004.

   Chávez ganó su última batalla electoral el domingo 7 de agosto, cuando los partidos que conforman la coalición de gobierno se adjudicaron más de 80% de los concejos y juntas parroquiales en disputa.

   Las fuerzas del chavismo tienen mayoría en la Asamblea Nacional (legislativo), controlan 21 de 23 gobernaciones del país, el burgomaestre de Caracas, gran parte de las alcaldías del país, y según denuncia la oposición, sus afectos controlan los demás poderes públicos del país.

   El clima pugnaz que reinó en el país hasta el año pasado cedió terreno a la calma, lo que se patentó en los pasados comicios municipales, cuando la mayoría de los partidos de oposición llamaron a participar en el proceso electoral.

   El conflicto estalló en el quinto país exportador de petróleo en 2001, cuando el presidente Chávez promulgó 49 leyes, entre ellas varias urticantes como la de Hidrocarburos y la de Tierras, lo que desató las protestas de los empresarios, que pasaron a liderar un movimiento contra el mandatario.

   La crisis llegó a su punto álgido en abril de 2002, cuando un golpe de Estado sacó del poder por 47 horas a Chávez, y continuó con un paro patronal y sindical de diciembre de 2002 a febrero de 2003, que colapsó la vital industria petrolera.

   Tras la purga militar por el golpe y de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) por el paro, Chávez enfrentó una convocatoria a referendo sobre su mandato, previsto en la constitución, que ganó con 60% de los votos el 15 de agosto de 2004.

   Las fuerzas que apoyan a Chávez arrasaron días después, en octubre, en las elecciones de gobernadores y alcaldes, gracias a la desmovilización de la oposición que se abstuvo masivamente, después de haber denunciado un fraude durante el referéndum que nunca pudo probar.

   Fortalecido en el poder, el mandatario llamó al diálogo, e inclusive llamó a «enterrar» la lista de los que firmaron la petición del referendo, publicada por un diputado oficialista, y que, según denunció la oposición, provocó una gran ola de despidos de organismos públicos.

   En julio pasado, el nuevo presidente de Fedecámaras, José Luis Betancourt, clamó por «avanzar en un diálogo mutuamente respetuoso con el gobierno y las instituciones más relevantes del Estado venezolano, nacionales o regionales».

   Con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2004 de 17,3% -tras una caída de 9,2% en 2003- una inflación anual de alrededor de 15%, Chávez se proclamó socialista en enero pasado en Porto Alegre, durante el Foro Social Mundial, y comenzó a impulsar la instauración de un Socialismo del siglo XXI en este país.

   «La ofensiva contrarrevolucionaria nos empujó a profundizar la revolución», dijo Chávez el sábado ante un Congreso de jóvenes, e indicó que «después del referéndum estamos en una etapa de transición apuntando al postcapitalismo, que pudiera ser llamado presocialismo».

   En el plano externo, Chávez pasó de la retórica a los hechos en su confrontación con la administración del presidente Geroge W. Bush, de cuyo país Venezuela es el cuarto proveedor de petróleo.

   Venezuela cortó la cooperación militar con Estados Unidos y suspendió las actividades de la DEA en este país, alegando supuesto espionaje, al tiempo que Washington acusa a Chávez de tener nexos con grupos subversivos del continente.

   Chávez impulsa la instauración en las filas militares de una doctrina de la «guerra asimétrica», ante una posible agresión contra Venezuela, que según el jefe de Estado, Washington estaría barajando.

   Paralelamente, con el precio del petróleo venezolano al doble de lo que se había proyectado en el presupuesto de este año (54 dólares el barril contra 25), Chávez redobló su diplomacia petrolera apuntando al Caribe y al Mercosur, y anunció inversiones de parte de sus abultadas reservas internacionales en proyectos energéticos en esas dos regiones.

   «Venezuela ahora no pone su riqueza petrolera al servicio del imperialismo sino que la pone a la orden de América Latina y el Caribe para impulsar su desarrollo integral», dijo Chávez la noche del sábado.

   Mientras tanto, las fuerzas del chavismo anunciaron que comenzaron a trabajar para las elecciones legislativas de diciembre, y el mandatario enfila sus baterías a su reelección en los comicios presidenciales de fines de 2006.

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