Humala sería acusado de terrorismo y rebelión

Humala sería acusado de terrorismo y rebelión

LIMA (EFE).- El líder ultranacionalista peruano Antauro Humala, que se levantó el pasado 1 de enero en armas para forzar la dimisión del presidente de Perú, Alejandro Toledo, puede ser acusado de delitos como rebelión, homicidio, secuestro y terrorismo, según fuentes jurídicas.

El mayor retirado del Ejército también puede se acusado por lesiones graves, atentado contra locales públicos, robo, tenencia y uso ilegal de armas de guerra y de uniformes militares, según diversos abogados penalistas.

Por estos delitos puede ser condenado a penas de entre 10 a 30 años de prisión y, según el presidente del Tribunal Constitucional, Javier Alva Orlandini, por el de rebelión puede tener una pena adicional de 10 años de expatriación.

Humala, al mando de 150 miembros del movimiento Etnocacerista, tomó el 1 de enero la comisaría de la localidad andina de Andahuaylas, se apoderó del armamento y retuvo a 17 personas, en una acción que en sus casi cuatro días de duración dejó un saldo siete personas muertas y 11 heridas, según las últimas cifras oficiales.

Los muertos son cuatro policías y tres rebeldes y los heridos cinco agentes y seis civiles.

Un centenar de los seguidores de Humala, detenidos en Andahuaylas, en sureste del Perún, llegarán en las próximas horas a Lima para ser puestos a disposición judicial acusados de los mismos delitos que su líder.

El Gobierno pondrá el caso en manos del procurador antiterrorista, Guillermo Cabala, al que ha dado instrucciones para que actúe con rapidez en la investigación y denuncia del movimiento Etnocacerista.

El presidente del país andino, Alejandro Toledo, calificó a ese grupo, encabezado por el militar retirado, de «paramilitar, fascista, terrorista de ideología fundamentalista que ejecuta acciones armadas y terroristas con el propósito de destruir el Estado de Derecho para reemplazarlo por una dictadura».

El titular del Consejo de Ministros, Carlos Ferrero, reiteró hoy en declaraciones a los periodistas que a Humala se le puede acusar por terrorismo porque con su rebelión creó zozobra al tomar por la fuerza un local policial «desafiando el Estado de Derecho y tratando de eliminar a todos los que no piensan como ellos».

Sin embargo, el presidente del Congreso, Antero Flores Aráoz, que es abogado, discrepó de la postura gubernamental y afirmó que los delitos perpetrados por Humala son múltiples, pero no se pueden tipificar como terrorismo.

Añadió que se pueden tipificar como rebelión, asociación ilícita para delinquir, delito contra la libertad personal, robo y asesinato.

El penalista Luis Lamas Puccio coincidió con Flores Aráoz y consideró, en declaraciones a medios de prensa locales, que los delitos de Humala no están tipificados dentro de la legislación terrorista.

«Estos son delitos comunes» precisó Lamas y añadió que las acciones violentas encabezadas por el líder rebelde no tuvieron la sistematización con que operaban los grupos terroristas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

Antauro Humala permanece arrestado y sometido a interrogatorios en la sede de Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía Nacional en Lima, tras haber sido trasladado el martes desde Andahuaylas, 832 kilómetros al sureste de esta capital después de su captura un día antes.

La policía dispone de 15 días para el interrogatorio, tras los cuales debe poner Humala en manos de las autoridades judiciales.

La Fiscalía informó de que el arsenal que tenían en su poder Humala y sus hombres incluía 110 fusiles AKM, 50 fusiles G3, 50 granadas, 60 pistolas, 350 cartuchos de bombas lacrimógenas, 60 chalecos antibalas, 30 escudos de aluminio, miles de municiones, uniformes y también cuatro vehículos.

Este arsenal contenía mayor munición que la utilizada por los terroristas del MRTA que asaltaron la Embajada de Japón en Lima en 1996, según la fiscalía peruana.

Humala demandaba la renuncia de Toledo por considerar que está «incapacitado» para gobernar.

El Etnocacerismo, ideología creada por Isaac Humala, padre de Antauro, toma su nombre del héroe de la guerra con Chile (1879-1883) y ex presidente de Perú Andrés Avelino Cáceres, alienta la xenofobia e impulsa los fusilamientos como castigo a los malos políticos y empresarios. EFE

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