Humareda del vertedero Haina sigue afectando alrededores

Humareda del vertedero Haina sigue afectando alrededores

Cortinas de humo, mal olor y las enfermedades respiratorias continúan afectando a los moradores de las comunidades cercanas al vertedero de Haina, en San Cristóbal por el fuego que lleva varios días, pero se mantenía hoy con menor intensidad. En un recorrido hecho por el HOY Digital en este sectores se pudo constatar como el humo continuaba afectando hogares de familias y colmados de la zona. Foto/ Melisa Correa 30/09/2019

Haina, San Cristóbal
Las comunidades cercanas al vertedero de Haina, en San Cristóbal, continuaban ayer afectadas por las cortinas de humo, el mal olor y las enfermedades respiratorias. Y es que, aunque la humareda tiene una menor intensidad, llevan desde el miércoles pasado lidiando con los efectos del fuego.

En un recorrido hecho en estos sectores se pudo constatar como el humo continuaba afectando los hogares y colmados de la zona.
Mientras los residentes cercanos al depósito aseguraron que el dolor de cabeza, la vista nublada y las alergias no cesan.
Tal es el caso de Juana Pérez, quien explicó que la salud de sus hijos de 3 y 5 años ha sido afectada de manera significativa, lo que ha provocado que sean ingresados al hospital municipal por los problemas respiratorios que les causó el humo. “Ahora mismo vengo con uno que está en el médico, ahora siempre tiene fiebre y gripe todo el tiempo y no se le ha quitado”.
Altagracia González, vecina de Pérez, aseguró que vive el mismo panorama y que no ha mandado a sus hijos a la escuela debido a que el humo llega directamente a esa zona provocando que los niños lleguen a la casa con tos y mareados debido a la contaminación.
“El bajo ha estado muy fuerte, esos muchachos no pueden ir al liceo, llegan sucios por el humo y no pueden casi respirar”, narró.
“Ese humo y las moscas no dejan comer ni vivir a uno, yo no puedo dormir sin un mosquitero ni despegarme de un abanico”, expresó Gaspar Polanco mientras intentaba espantar las moscas a su alrededor.
De su lado, Ángel Villanueva sostuvo que tuvo que abandonar su casa junto a su familia para refugiarse donde un familiar porque no aguantan el fuerte humo que, a su entender, incluso lo asfixia.
María Bolonotto cuenta que también tomó la misma decisión y además manifestó que tuvo que enviar a sus hijos a la casa de su hermana, quien vive lejos del lugar, por el temor a que esa humareda les causara alguna enfermedad.
A pesar del humo, sin embargo, hay quienes siguen trabajando como si nada pasara: los buzos de la zona, quienes rebuscan en el basurero sin que al parecer les moleste nada.

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