Por tercer día consecutivo continuaba ayer la humareda que copa gran parte de Villa Mella, por la quema de basura en la estación de transferencia, próximo a Marañón II, Paraíso y Eugenio María de Hostos.
Fenilda Núñez, residente en la calle principal del Eugenio María de Hostos, a menos de 500 metros del vertedero, denunció que cientos de familias que habitan en los alrededores del basurero viven en zozobra desde hace nueve años, debido al hedor, las moscas, la humareda y los actos delincuenciales que producen en la zona.
Explicó que la estación de transferencia funciona desde la primera sindicatura que encabezó Daniel Lois, en el período 2000-2004 y que desde entonces las casas que levantaron con muchos sacrificios, no valen un centavo.
Los hermanos Argenis, Bethania y Patricia Carvajal, quienes habitan en la carretera de Yaguasa, a pocos metros del basurero, mostraron preocupación porque los niños no se sanan de gripe y problemas respiratorios, por lo que en estos días se mantienen prácticamente encerrados para no exponerlos a la contaminación.
Llamaron la atención de los ministerios de Salud Pública y de Medio Ambiente, para que tomen medidas urgentes, como el cierre del vertedero, antes de que sea demasiado tarde.
El depósito de desechos está sobre el río Yaguasa, que hasta hace nueve años era una fuente de peces y servía para el baño de quienes habitan en la zona.
Culpa a seguidores Hipólito. El alcalde de Santo Domingo Norte, Francisco Fernández, se comprometió a resolver el problema en un plazo no mayor de 48 horas. Atribuyó el fuego a seguidores del ex presidente Hipólito Mejía, porque él respaldó la candidatura de Miguel Vargas.
Aseguró que en unas horas el vertedero sería trasladado del lugar, aunque no especificó hacia dónde, pero que el fuego fue originado con la intención de hacer daño a su gestión.