Nueva vez, ayer la humareda del vertedero de Rafey inundó todo la barriada de Cienfuegos y zonas aledañas, acción que fue aprovechada por los buzos para reiterar que ellos serían incapaces de prenderle fuego a lo que ha sido su sustento durante más de 15 años.
Desde los primeros incendios, el vertedero fue militarizado por la alcaldía, y se le prohibió la entrada a buzos y recicladores.
El alcalde Abel Martínez asegura que allí opera una mafia con el negocio de la basura en perjuicio del municipio de Santiago.
Al ser entrevistado al respecto el pastor Pablo Ureña, de la Fundación Niños con una Esperanza, manifestó que si no hay una intervención del Estado este problema se va a agravar de tal forma que habrá que declarar al vertedero en estado de emergencia por el daño al medio ambiente.