Humberto Matos 
Entre la magia y la electrónica

<STRONG>Humberto Matos</STRONG>  <BR>Entre la magia y la electrónica

La segunda mitad del 2011 despunta en nuestra Ciudad Primada con un extraordinario despliegue de exposiciones de arte moderno y contemporáneo cuya trascendencia en el plano sociocultural, sus resortes curatoriales multidisciplinarios y los depurados niveles de elaboración metafórica de las propuestas estéticas que las integran, iluminan nuevamente a Santo Domingo como punto atractivo en el mapa de la industria cultural internacional de la actualidad.

Algunas de estas muestras constituyen acontecimientos de gran significado, como se establece en los casos de “Fernando Peña Defilló/Real Imaginario”, “Imágenes Sagradas-Espacio Profano”, la abarcadora   y espectacular colectiva “Horizontes Insulares” y la retrospectiva “Time of Fear”, del artista cubano Eleomar Puente, irradiando signos, destellos, imágenes y energías creativas poderosamente inquietantes en las tres primeras plantas del Museo de Arte Moderno. Exposiciones capaces de atraer las “otras miradas” sobre la realidad artística dominicana son “Picasso: Retratos Imaginarios” y  “Punto de Encuentro/Arte Qatarí Contemporáneo” que se despliegan con efectiva y esplendida instalación museográfica en las dos plantas de la Galería Nacional de Bellas Artes.  Se trata de muestras que requieren de una confrontación detenida, aún sea para su registro superficial.

Entonces, mientras nos preparamos para tal registro a partir de nuestra próxima entrega, adelantamos estos fragmentos de un diálogo inconcluso en el taller de Humberto Matos(1963), emergente imaginero de sensible consciencia social, dibujante ya en la precocidad, poseedor de una sólida formación, unos valores humanísticos y una gramática plástica sorprendentes, tanto  por la intensidad de sus ideales estéticos como por la misma discreción con que proyecta su distintiva personalidad creadora.

Desde la edad de 12 años, Humberto Matos está fascinado por el mundo de las nuevas ciencias, especialmente por la electrónica, la mecánica cuántica, la astrofísica y la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein. “Siempre ví la ciencia como un vehículo muy importante para resolver los problemas y mejorar la calidad de vida de la gente. Yo entendía que si los quehaceres prácticos cotidianos se facilitaban, aplicando los recursos del desarrollo de la alta tecnología, seguro que la humanidad se liberaría del trabajo envilecedor. Siempre he pensado que los problemas domésticos pueden retardar el desarrollo espiritual del individuo”.

En su adolescencia, Humberto Matos ya manipulaba la electrónica de forma científica y ganaba su sustento reparando motores y electrodomésticos. Se había estrenado bastante bien, desarmando sus juguetes y construyendo robots, aparatos, maquinas, aviones y vehículos diversos a control remoto. “Tenía la percepción de que había nacido en un tiempo equivocado… Los juguetes los cambiaba por libros. Estaba muy pendiente de los avances de la astronáutica y los descubrimientos espaciales, pero a los 14 ya sentía que no tenía nada que aprender en cuanto a la electrónica y me fui a Nueva York”.

Al no tener edad suficiente para trabajar en la “Gran Manzana”, luego de un año, regresa a Santo Domingo y termina su bachillerato. Sin embargo, hacia mediados de los 80 trabaja como “croupier” o supervisor de casinos en importantes hoteles de Santo Domingo, alternando esta actividad con la aeronáutica, el fisiculturismo, las artes marciales, los estudios de antropología, teología, yoga y espiritualidad. “Durante seis años gané mucho dinero, pero sólo me leí dos libros y me di cuenta de que el dinero siempre será un medio, nunca un fin”.

Paralelamente, Matos toma lecciones de dibujo, pintura y acuarela por correspondencia en The Modern School International e ingresa en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde su entusiasmo lo lleva a desarrollar jornadas de ejercicios de hasta siete horas seguidas, logrando la atención directa de artistas y profesores consagrados como Amable Sterling, Ángel Hache y Manuel Traboux.

La obra pictórica de Humberto Matos se materializa como resultado de una compleja experiencia formativa y de una práctica creadora que penetra de manera lúdica e instintiva los fértiles territorios del sueño, la magia, la ficción, la sensualidad, la naturaleza, la ecología y la femineidad, así como los grandes enigmas de la vida y la existencia. Obra de de espíritu romántico, aire fantástico y elástica impronta estilística que, aún patentizando el gran respeto de su autor por los rigores formales del relato pictórico tradicional, logra conmover al espectador con el mismo impacto de las  poéticas pictóricas capitales de la modernidad. 

“El desarrollo y la educación van de la mano. Pero, desde el Renacimiento, el arte siempre ha tenido que ver con la calidad de vida de la gente, aunque el artista pintaba lo que se le encargaba. El artista nunca ha estado alejado de la sociedad, de los problemas de la humanidad, mas si esas problemáticas o situaciones  han sido creadas por el mismo hombre…El arte es lo que nos acerca más a la naturaleza divina. Así como Dios nos creó de la nada, el artista crea el mundo en su obra. Estoy de acuerdo con los que dicen que el arte es la máxima expresión del intelecto humano. Luego, si somos hijos de Dios, somos igual que el Padre. Somos creadores. Yo creo que cuando el hombre no está creando está perdiendo su tiempo”…

En síntesis

Humberto Matos

Nació en la ciudad de Santo Domingo, el 2 de mayo de 1963.   Estudió en el Colegio San Judas Tadeo, en Ciudad Nueva  y en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Experto  en  artes  marciales: Cinturón Negro (Sifu) Kung-Fu-Wu-Shu, Culebra Blanca; Cinturón Marrón (Nikiu) Miyama-Ryu Combat-Jujutsu; Cinturón Marrón Budo-Samurai; Cinturón Verde Shoring-ji-Ryu-Karate Do. Ganador del Primer Premio en la competencia  de fisiculturismo Inter  Club  Pumping  Iron (1988). Entre sus más importantes  muestras figuran “Siglo  Venus”-individual-, Edificio Air Europa, Santo Domingo (2006); “El Ultimo Edén”-individual-, Museo de la Familia Dominicana/Casa de Tostado,  Santo  Domingo (2007) y “Expocolectiva de Apertura”, Santa María Art Gallery, Santo Domingo (2010).

Varias de sus obras recientes figuran junto a las de importantes artistas dominicanos de distintas generaciones en la muestra titulada “Arte para Mamᔠque presenta actualmente el Centro Comercial Blue Mall. Humberto Matos ha incursionado en la promoción turística a nivel local y también ha realizado trabajos como diseñador de interiores para distintas residencias, bares, restaurantes, discotecas y empresas de la industria del entretenimiento, como el  Restaurant  Blue Paradise en Bávaro. Él mismo se autodefine como un profesional de “dos hemisferios” ya que desarrolla su talento creativo al mismo tiempo que trabaja en el campo de la ingeniería electrónica, llegando a crear nuevos dispositivos o reguladores de voltaje y un nuevo sistema de alarma de luces de balizaje.

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