Humedales y recursos acuíferos
amenazados por expansión turística

Humedales y recursos acuíferos <BR>amenazados por expansión turística

GLAND, SUIZA, EFE. La excesiva explotación turística amenaza los humedales y recursos acuíferos de la costa mediterránea y puede agravar los problemas medioambientales si no se adoptan medidas, advierte un informe divulgado por la organización no gubernamental Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

Francia, Grecia, Italia y España “ya han perdido la mitad de las áreas de humedales”, apunta el documento y subraya que la expansión turística en las cercanías del parque nacional español de Doñana amenaza los “ya escasos recursos del humedal”, que alberga numerosas especies protegidas.

La sobreexplotación de los acuíferos de la costa mediterránea “altera el equilibrio” de la napa freática y “provoca la intrusión de agua salada”, apunta el informe titulado “Agua fresca y turismo mediterráneo”.

Además del elevado incremento del consumo por parte de los turistas, la proliferación de piscinas, parques acuáticos y campos de golf, y el aumento del riego agrícola, han disparado la sobreexplotación de esos recursos.

El WWF precisa que el gasto de un turista alojado en un hotel suele ser “un tercio más elevado” que el del resto de residentes de las zonas costeras, con un consumo de 300 a 850 litros por persona al día si se incluyen las actividades lúdicas estivales, lo que supone “casi cuatro veces el consumo cotidiano de los habitantes de las ciudades españolas”.

También precisa que un campo de golf requiere aproximadamente “un millón de metros cúbicos de agua por hectárea”, lo que representa “el equivalente al consumo de una localidad de 12.000 habitantes”.

El WWF constata que para responder a la enorme demanda provocada por el turismo y la agricultura en la costa mediterránea se han multiplicado la construcción de presas y calcula que actualmente hay al menos quinientas en toda la zona.

Esa organización considera que las presas permiten proporcionar agua, energía hidroeléctrica y limitar el excesivo caudal de los ríos para evitar inundaciones.

Sin embargo, subraya que también tienen “efectos negativos para el medio ambiente”, entre ellos la alteración del flujo de sedimentos y el estancamiento del agua que disminuye la capacidad de los ríos de neutralizar la contaminación orgánica, fenómenos que perjudican a las especies acuáticas y transtornan los hábitats de las aves migratorias.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas