Humildad en la grandeza

Humildad en la grandeza

Quizás la grandeza más notable de José Vinicio Calventi Gaviño fue la forma en que supo ser humilde, la manera en que atesoró en abundancia la riqueza del conocimiento para repartirla entre quienes la necesitaban, convertida en enseñanza y vocación de servicio.

Durante 31 años que dirigió el Hospital de Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia, Calventi Gaviño contribuyó a la formación de cientos de médicos. A él se debe la introducción de la especialidad de la ginecología y obstetricia, y que se hiciera posible el posgrado en el país en 1974. A él se deben, también, la creación del Departamento de Perinatología y un laboratorio de genética.

Sus méritos profesionales estuvieron avalados por estudios intensos que realizó en el país y en el exterior, a partir de 1952, cuando se graduó de médico en la Universidad de Santo Domingo.

En 1957 fue asistente de residencia del Morrisania City Hospital, de Nueva York. Ese mismo año estudió Patología Ginecológica en John’s Hopkins Hospital y posteriormente estudió Residencia en Obstetricia y Ginecología en Harlem Hospital, Nueva York, entre 1957 y 1961. De ahí viajó a Francia en 1962 y a Chile en 1966, para su posgrado en ginecología y obstetricia.

-II-

Sus conocimientos los puso Calventi Gaviño al servicio de parturientas pobres que asistían a la maternidad La Altagracia y de cientos de nuevos médicos, a los que ayudó a formar y especializar.

Sus aportes didácticos también han sido de una gran valía. Entre los trabajos publicados figuran «Desprendimiento prematuro de la placenta», «Investigación de tolerancia a la glucosa en embarazada», «Inducción al parto con soluciones glucosadas», y en el campo de la investigación «Detección o determinación del sexo estudiando el líquido amniótico». Fue efectivo en el 100 por ciento de los casos. Coautor de los libros «Demografía y salud» y «Técnicas ginecológicas en la reproducción humana». Por toda su obra recibió merecidos reconocimientos nacionales e internacionales. Nuestras sentidas condolencias para su esposa Idelisa, sus hijos Vinicio y Laura Victoria por esta pérdida.

De sentido común

La Reforma Fiscal no puede, bajo ningún concepto, convertirse en instrumento aniquilador de las que han de ser sus fuentes de ingresos. Sería un contrasentido que, tratando de incrementar los ingresos fiscales, se aplicaran cargas que condujeran al descalabro a medios de producción o servicio.

De ahí que es de mera justicia que se honre el acuerdo establecido entre los medios de comunicación y agencias publicitarias con la comisión de transición, y se excluya de la Reforma Fiscal el impuesto que se ha previsto para gravar los servicios de telecomunicaciones, que incluirían la publicidad por medios audiovisuales.

No puede ser que habiéndose acordado que a los servicios de telecomunicaciones únicamente les sería aumentado a un 16% el Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITEBIS), se pretenda aplicarle además un gravamen de un 10% que, entre otras cosas, atentaría contra la subsistencia de muchos medios de comunicación y agencias publicitarias.

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