Redacción Deportes.– Una vez más la gran cualidad de la que el expelotero dominicano Vladimir Guerrero siempre hizo gala fue la humildad como persona y esa misma volvió a ser protagonista con la llegada a Cooperstown de los familiares y amigos que lo van a acompañar cuando el domingo sea exaltado al Salón de la Fama.
Todos las personas que vivirán junto a Guerrero el momento tan especial estuvieron hoy en la calle principal de Cooperstown y reafirmaron su calidad humana, que transcendió del puro ámbito deportivo. “No hay palabras para describir la humildad que tiene Vladimir Guerrero”, destacó Michael Martínez, uno de los tantos compatriotas de Guerrero que lo acompañan este fin de semana.
“La forma que yo veo que tiene con sus familiares es única. (También) con los allegados, las amistades de él, los parientes, en si su comportamiento igual para todos». Esa personalidad fue la misma que tuvo cuando estaba en el campo y utilizaba su talento con la actitud de que debía trabajar en todo momento y hacerlo con la humildad que cada día debía superarse, no depender de lo que había hecho en la jornada anterior.
De ahí que al final de su carrera de 16 años llegase a los 449 cuadrangulares, 1.496 impulsadas, promedio de por vida de .318 y OPS de .931 a nivel de Grandes Ligas.
Lo anterior habla por si sola de lo que ha sido la trayectoria de Guerrero en el diamante de béisbol y ahora es premiada con una placa en el Salón de la Fama. Fuera del terreno, el oriundo de Don Gregorio, Nizao siempre ha sido conocido por mantenerse cerca de sus raíces y no dejar que “los humos se le suban a la cabeza”, ser respetuosos con todos y llevar a su país en el corazón y con la bandera en alto de todo los grandes valores que posee el pueblo dominicano.
El sentimiento general dentro de la comitiva que acompaña a Guerrero es que se trata de una persona “súper agradecido” y muy orgulloso de ser uno de los mejores peloteros dominicanos que han estado en las Grandes Ligas.
Eso le ha llevado también a ser una excelente persona con su gente dominicana y en especial con la gente de su pueblo, Don Gregorio, cuyos residentes están también exultantes de tener en Guerrero a un nuevo miembro del Salón de la Fama, que los has hecho transcender en el mejor béisbol del mundo como es el de las Grandes Ligas.
El mejor reflejo de su humildad y cariño hacia su gente es que vive en el mismo pueblo en que nació, se rodea de las mismas personas que siempre lo rodearon desde que estaba en ligas menores.
Pero lo más importante de todo, que definido su grandeza como persona, es que siempre está pendiente de los más necesitados del pueblo, ayudando a las personas que lo requieren.
Cierto que Guerrero nunca se distinguió en su carrera profesional con los Expos de Montreal, Angelinos de Anaheim/Angelinos de Los Angeles, Vigilantes de Texas y Orioles de Baltimore por hablar mucho con los periodistas, no era su fuerte el expresarse, pero hasta en esa faceta se ha sabido superar, algo que también le ha sido reconocido por los expertos para darle el apoyo a la hora de ser elegido al Salón de la Fama.
Además, a partir del domingo, también tendrá en su haber el convertirse en el primer dominicano jugador de posición que llega al Salón de la Fama, donde ya están sus compatriotas, los lanzadores legendarios, Juan Marichal y Pedro Martínez.
Sin distinción, los peloteros dominicanos activos y los que ya se encuentran retirados han sido unánimes a la hora de alabar la figura de Guerrero y el haber sabido, viniendo desde abajo el ser capaz de llegar hasta lo más alto que pueda soñar en pelotero en su carrera profesional.
Todos también coinciden en señalar que como pelotero, cuando tenía el bate en sus manos, simplemente, era único por la manera como enfrentaba a los lanzadores rivales. De ahí que le den a Guerrero todo el reconocimiento de ser un atleta único, que se iba con cualquier pitcheo. No tenía zona; más fácil le trabajaban con una bola en el medio que con una bola en el piso.