Humor y erotismo en La reina de Santomé* de Guillermo Piña-Contreras

Humor y erotismo en La reina de Santomé* de Guillermo Piña-Contreras

Sin ninguna duda, la metáfora encarnada en La reina de Santomé apunta a la descripción de la esencia misma de la realidad a la cual se refiere.

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Otros componentes de la novela de Guillermo Piña-Contreras, La reina de Santomé, son los temores de la madre y, sobre todo, el mundo femenino de la localidad: “Laura bajo el peso de un rubio que se agitaba con frenesí dándole tiernos mordiscos a su oreja izquierda y besos en el cuello.” Laura y las otras muchachas del barrio gozando del amor clandestino. El erotismo entendido en sus varias acepciones: por un lado, entendido como picardía, es decir la acción o dicho en el que hay malicia o atrevimiento, aunque no una clara insinuación; por otro lado, el erotismo poético o erotismo romántico; e incluso ciertos toques de erotismo sexual.
Los hilos conductores son múltiples. Por un lado, el descubrimiento de esas versiones del erotismo tanto entre los muchachos y muchachas del barrio como entre los diferentes grupos que ellos mismos van conformando a medida que crecen. Las censuras y sanciones. La mirada y las reflexiones de los personajes endógenos sobre los diferentes acontecimientos que marcan la vida, así como las incomprensiones de los usos y costumbres por parte de los protagonistas venidos de otros horizontes. Y en medio de todo ello la fermentación de los preparativos de la elección de la futura reina. Y todo esto dicho con un marcado sentido del humor, el elemento que otorga verdadera trascendencia a cada uno de los detalles.
Se dice y se repite que cualquier metáfora ejerce una función cognoscitiva, en cuanto es vehículo para intercambiar verdades, creencias u opiniones. Así cuaja en esta novela porque al interior del discurso ficcional los personajes, los varios narradores internos, construyen, reorganizan, determinan una misma realidad, al tiempo que descubren, revelan o desvelan nuevos elementos o relaciones previamente existentes en la realidad. Así, en La reina de Santomé la metáfora del país y de la dictadura se nos presenta como un mecanismo que permite la reorganización de todo ese mundo de silenciosos opositores al régimen, así como del servil comportamiento de los ciudadanos. Y, lo más importante, la articulación de todo eso en la emergencia del universo narrativo. El consentimiento ciudadano pareciera ser la única fuerza capaz de dar cuenta de la forma como percibimos ese constante cambio de la sociedad y de los inexplicables ostracismos y desapariciones. La metáfora no solamente organiza o reorganiza la realidad con la que nos enfrentamos, sino que es capaz de crearla y recrearla a partir de las conexiones que se establecen entre los elementos que la constituyen.
Así pues, la metáfora de esta novela no es sólo un asunto lingüístico; es uno de los recursos de los que se vale el narrador para que el hablante Guillú o Papapa al referirse a su visión del mundo y a las relaciones que se establecen entre las diferentes realidades que lo conforman. La metáfora le permite al narrador construir, a partir de lo conocido, otro mundo. El mismo Darwin ya lo decía: “Ya que no podemos crear nada nuevo, podemos únicamente combinar o separar las ideas que hemos recibido por nuestras percepciones.” Sin ninguna duda, la metáfora encarnada en La reina de Santomé apunta a la descripción de la esencia misma de la realidad a la cual se refiere. Presiento por eso mismo que esta novela se convertirá en un clásico. Como las otras novelas de su estirpe, ésta también con el correr del tiempo seguirá hablando a sus lectores, como lo ha hecho conmigo, con la misma pertinencia y poder persuasivo sobre las constantes de la historia entre el comportamiento de los individuos y la autoridad, entre “un mundo de galipotes, brujos, enigmas, eufemismo y acertijos” y la justicia.

En La reina de Santomé la metáfora del país y de la dictadura se nos presenta como un mecanismo que permite la reorganización de todo ese mundo de silenciosos opositores al régimen, así como del servil comportamiento de los ciudadanos.”

*Guillermo Piña-Contreras, La reina de Santomé
(historias de la vida de provincia), Santo Domingo,
Fundación Marcio Veloz-Maggiolo, 2018, 392pp.

 

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