Un grupo de científicos ha desarrollado un dispositivo que, acoplado a los tubos de escapes de los vehículos, convierte los gases en tinta negra de alta calidad.
El dispositivo, creado en Massachusetts por la empresa ‘Graviky Labs’, es un dispositivo mecánico que una vez instalado en el tubo de escape, recoge las partículas de carbono no quemado que este expulsa.
El invento es capaz de recoger también hasta el 93% de los gases contaminantes generando una tinta negra de alta calidad llamada Air-Ink.
Las ventajas de este dispositivo salta de inmediato a la vista: no solo obtiene un producto útil de un elemento que generalmente se desecha, sino que también contribuye a la limpieza del aire debido a los gases contaminantes que recoge.
Además permite generar tinta sin quemar combustibles fósiles, como ocurre con la tinta corriente.

Para producir ese producto se requiere recoger las partículas de los gases no quemados.
Cada 45 minutos con un motor encendido se genera unos 30 mililitros de tinta. Para comenzar a producir el sistema a nivel industrial, Graviky Labs puso en marcha una campaña de captación de humos que está funcionando con éxito. Ahora ya se comenzó a mejorar el producto con un proceso de recolección más automatizado e independiente y la fabricación de una maquinaria más grande para chimeneas industriales.