Humus

<P>Humus</P>

De origen  humilde.  En la actualidad es un plato moderno  apreciado entre  vegetarianos

Las cocinas que   apuesten  por preservar  su identidad serán  las candidatas idóneas a trascender”. De esa  premisa, muy cierta,  son  abanderadas   la gastronomía  francesa, italiana,  española y  mexicana. 

 Tal vez consciente de esto, el Líbano  está librando actualmente una guerra gastronómica con Israel para defender platos típicos como el “falafel” y el “humus”, que los libaneses quieren recuperar con medidas legales para que nadie se apropie de ellos.

El humus posee un aspecto muy similar al paté tradicional, elaborado con hígado de pato o hígado de cerdo entre otros, y por tanto con un alto contenido en grasas saturadas y colesterol.

Aunque el humus se conoce con el nombre de paté vegetal, en realidad es una pasta elaborada con garbanzos, papa, “tahini” o pasta de sésamo y un poco de ajo, cilantro picado, pimienta (opcional), zumo de limón, aceite de oliva y sal.

Su elaboración es muy sencilla, ya que simplemente hay que mezclar los ingredientes y batirlos. Y según la consistencia que se pretenda bastará con añadir un poquito de agua a la mezcla.

Aperitivo nutritivo. Gracias a los alimentos  empleados en su elaboración, el humus apenas posee grasa y aporta cantidades importantes de hidratos de carbono complejos. En cuanto a la presencia de vitaminas y minerales, destaca su elevado contenido de folatos, vitamina B1, calcio, fósforo, hierro, potasio y magnesio, todos ellos presentes en los garbanzos. El sésamo además de algunos minerales como el calcio, posee también grasas insaturadas, es decir, “grasas buenas” que ayudan a reducir los niveles de colesterol sanguíneo.

 Además, al mezclar los garbanzos con sésamo se consigue una combinación de aminoácidos que convierte este plato en una fuente de proteínas de calidad tan alta como las presentes en la carne, los huevos, el pescado o los lácteos. Esto es debido a que las legumbres son deficitarias en el aminoácido esencial llamado metionina, mientras que los cereales lo son en el aminoácido esencial conocido como lisina. Por tanto, si se combinan legumbres con cereales, en este caso garbanzos con sésamo (y con pan sobre el que se extiende esta pasta), se obtienen todos los aminoácidos esenciales, ya que el que falta en un alimento está presente en el otro y viceversa. Por tanto, aporta proteínas de buena calidad, es decir, proteínas que contienen todos los aminoácidos esenciales.

¿Cómo se puede degustar? El humus se puede servir como entrante acompañado de unas semillas de sésamo, con  rebanadas de pan frito,   pan tostado o tortillas de maíz, nachos. En algunos restaurantes árabes lo presentan junto a pan de pita, sobre el que se extiende la pasta, y sobre ella, se añade  aceite de oliva.

Las claves

1. Color

 Si se desea aportar un toque de color a esta pasta de garbanzos, se le puede añadir trocitos de zanahoria, de apio, de tomate o de pimiento.

2.  Mezcla

Es posible conseguir platos muy originales y sabrosos si se añade humus a cualquier ensalada, en especial a las elaboradas con legumbre. Un modo llamativo de comer el humus es en forma de rollitos. Con hojas de repollo, un poco de humus y tomate, se obtienen unos rollitos originales y ricos.

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