Huracán abofeteó zonas de la Florida

Huracán abofeteó zonas de la Florida

NAPLES, Florida (AP).- Al menos 3.2 millones de personas se vieron afectadas en la Florida por un apagón causado por el huracán Wilma, que tocó tierra ayer abofeteando a la zona con fuertes vientos al tiempo que avanzaba rumbo a la región de Miami.  Al menos cuatro personas murieron en la Florida, con lo que suman 23 los muertos desde que se formó la tormenta.

El mismo huracán que causó enormes destrozos a las ciudades turísticas de la costa mexicana de la península de Yucatán, llegó a la costa de la Florida el lunes con fuerza de categoría 3 y vientos de hasta 200 kph (125 mph), pero en cuestión de horas se había debilitado a uno de categoría 2 con vientos de 169 kph (105 mph).

Al comenzar la tarde había vuelto a ser categoría 3 con ráfagas de viento de hasta 185 kph (115 mph) a medida que salía hacia el Atlántico.

La tormenta provocó un apagón que afectó a hogares y empresas hasta Daytona Beach, ciudad ubicada hacia el norte, a ocho horas de viaje en carretera desde Cayo Hueso. Un tornado producido por el huracán dañó un complejo de apartamentos cerca de Melbourne en la costa este, a 321,8 kilómetros (200 millas) de donde Wilma tocó tierra.

Mientras se abría paso a través del estado, Wilma provocó daños generalizados, al derribar árboles, romper mamparas y tomas de agua, llenar las calles de carteles y líneas eléctricas derribadas y convertir escombros en proyectiles.

«Hemos estado acurrucados en la sala procurando mantenernos lejos de las ventanas. Durante un rato la cosa se puso bastante violenta», dijo Eddie Kenny, de 25 años, que se encontraba en casa de sus padres en Plantation cerca de Fort Lauderdale, acompañado por su esposa. «Hay árboles derribados por todos lados y dos cercas han sido demolidas totalmente; ya no están».

En Cuba, rescatistas usaron trajes de buzo, lanchas inflables y vehículos anfibios para sacar a casi 250 personas de sus casas inundadas en La Habana, después de que la tormenta arrojó olas enormes sobre la capital e inundó vecindarios hasta cuatro cuadras tierra adentro con un metro (3 pies) de agua.

En Cancún, México, los soldados y la policía federal se movilizaron para controlar los saqueos en tiendas y centros comerciales que quedaron abiertos tras el huracán, y entre los mexicanos y los turistas varados crecían el hambre y la frustracion. El presidente Vicente Fox anunció planes para comenzar a evacuar a unos 30,000 turistas agotados al tiempo que se esforzaba por minimizar los daños a la imagen de este popular centro turístico.

Wilma, el octavo huracán en azotar la Florida en 15 meses y la 21da tormenta en la temporada más activa de tormentas de que se tenga registro, llegó a tierra a las 1030 GMT cerca de Cape Romano, a 35 kilómetros (22 millas) al sur de Naples, en el condado de Collier, según el Centro Nacional de Huracanes.

La industria aseguradora calculó que las pérdidas que requieren pago de seguro ascienden a entre 2.000 millones y 9.000 millones de dólares.

Se espera que el huracán avance a través del litoral del Atlántico y llegará a la costa de Canadá el miércoles por la mañana. Pero los meteorólogos dijeron que probablemente permanecerá tan lejos de la costa que ni siquiera provocará fuertes lluvias en el este del territorio estadounidense.

«La mayor parte del impacto sobre Estados Unidos concluirá en las próximas horas», dijo Ed Rappaport, subdirector del Centro Nacional de Huracanes.

La tormenta inundó grandes sectores de Cayo Hueso y otras zonas y dejó sin energía eléctrica a hasta 3,2 millones de hogares y empresas a medida que avanzaba a través del estado y azotaba las regiones densamente pobladas de los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach en la costa del Atlántico con ráfagas superiores a los 160 kph (100 mph).

En Fort Lauderdale, el huracán destrozó ventanas en numerosos rascacielos. En el centro de Miami había cristales rotos de edificios en algunas calles y banquetas en el distrito financiero.

En Weston, cerca de Fort Lauderdale, Kim DuBois permanecía en su casa a oscuras con sus dos hijos y su esposo, sin electricidad y las ventanas selladas por las persianas antihuracanes. Para iluminarse usaban una linterna que adquirieron para el Día de las Brujas.

A las 1700GMT, Wilma se ubicaba a unos 105 kilómetros (65 millas) al noreste de West Palm Beach, pero la tormenta aún estaba azotando al estado. Vientos huracanados de 119 kph (74 mph) o más se extendían en un radio de hasta 160 kilómetros (100 millas) del vórtice. Wilma avanzaba hacia el noreste a unos 40 kph (25 mph) y se esperaba que adquiriera velocidad.

El presidente George W. Bush firmó una declaración de zona de desastre para las regiones afectadas por el huracán y prometió acciones rápidas para ayudar a las víctimas. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias estaba preparada para enviar decenas de helicópteros militares y 13,2 millones de raciones alimenticias listas para comerse.

«Hemos colocado con antelación alimentos, medicinas, equipo de comunicaciones, equipos de búsqueda y rescate en zonas urbanas», dijo. «Trabajaremos de cerca con las autoridades locales y estatales para responder a este huracán».

Unidades de la Guardia Nacional trasladaron por vía aérea a 12 pacientes desde un hospital de Cayo Hueso, y otras unidades estaban preparadas para enviar alimentos, agua y otros pertrechos a los cayos.

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