Huracán Charley golpea Cuba

Huracán Charley golpea Cuba

LA HABANA (AFP).- El ciclón Charley puede llegar a las costas cubanas en la madrugada de este viernes con categoría 3, un huracán de gran intensidad (vientos de 178 a 209km/h), estimó este jueves el Instituto de Meteorología.

   «Se pronostica que este huracán continuará ganando en intensidad, pudiendo alcanzar la Categoría 3, huracán de gran intensidad, antes de penetrar en tierra por la costa sur de la provincia de La Habana», dijo el aviso de las 18H00 (22H00 GMT).

   Las autoridades pusieron en marcha un plan de prevención y evacuaron 200.000 personas fueron evacuadas, rebaños trasladados a zonas altas, árboles podados, cultivos recolectados, desaguaderos limpios, el occidente cubano trabaja febrilmente en «alarma ciclónica».

   El Instituto de Meteorología prevé que Charley atravesará la isla por los límites entre las provincias de La Habana y Pinar del Río de las 01H00 a las 03H00 (05H00-08H00 GMT) del viernes.

    Según el Centro Nacional de Huracanes en Miami a la 01H00 GMT, Charlie se ubicaba al este de la isla de la Juventud en Cuba, a unos 145 km al sureste de La Habana y se mueve hacia el norte noroeste con vientos sostenidos de 165 km/h.

   Las fuertes lluvias asociadas al huracán azotaron desde el mediodía del jueves regiones centrales de Cuba y de su Isla de la Juventud.

   La empresa de ferrocarriles de Cuba suspendió los viajes desde y hacia La Habana, mientras que el aeropuerto internacional de Varadero, 150km al este de La Habana, suspendió sus operaciones.

   El Estado Mayor de la Defensa Civil mantiene la fase de «alarma ciclónica» para las occidentales provincias de Pinar del Río, La Habana, Ciudad de La Habana y el Municipio Especial de Isla de la Juventud.

   Aunque el paso del meteoro será de unas dos horas, pues el ancho de la isla de Cuba es de unos 60km en esa zona, los residentes de la capital cubana están preocupados por lo que les espera.

   Los dos millones de habaneros, cuyas viviendas e inmuebles tienen un evidente deterioro, escucharán las poderosas ráfagas de vientos y los fuertes aguaceros en una oscura noche (sin electricidad, por precaución), a la luz de velas y atentos a las noticias en radios de baterías.

   Desde 1985, cuando el huracán Kate pasó por La Habana, ningún otro meteoro ha probado su fuerza con los viejos muros de la centenaria ciudad, afectada por frecuentes derrumbes.

   Sin embargo, con la experiencia de enfrentar más de 50 huracanes en 80 años, una disciplina casi militar, y un aparato preventivo aceitado y probado en tiempos normales (ejercicios meteoros), el occidente cubano está tomando urgentes medidas.

   Muestra de ello es que ocho huracanes que afectaron a la isla desde 1985, sólo causaron 18 muertos, cifra baja en relación con otras naciones de la cuenca del Caribe y Estados Unidos.

   Unos 2.000 turistas extranjeros y más de 200.000 residentes han sido evacuados a lugares seguros, sobre todo los que viven en zonas costeras del sur de la isla, en prevención de posibles penetraciones marinas, informó la agencia local Prensa Latina.

   Las autoridades habilitaron albergues con servicios alimentarios y médicos para los evacuados, mientras las emisoras de radio y televisión repiten constantemente las precauciones a tomar por la población.

   Rebaños de ganado fueron trasladados a zonas altas, las labores de siembra en la agricultura fueron suspendidas y priorizadas las de recolección de productos; los barcos pesqueros fueron llamados a puerto y se agilizan los trabajos de descarga de buques mercantes en los puertos.

   En sus casas, la gente hace acopio de agua potable, velas, alimentos no perecederos, combustible para cocinar y para autos, baterías para radios, al tiempo que aseguran ventanas, techos, limpian azoteas y desmontan antenas de televisión.

   Los especialistas insisten en los medios de comunicación sobre el engaño del «ojo» del huracán. Durante un breve tiempo cesan la lluvia y el viento, sale el sol o las estrellas, el tiempo se normaliza, lo que hace creer a algunos que el peligro pasó. Pero un rato después, «la cola» del ciclón presenta pruebas convincentes de lo contrario.

   Según el más reciente reporte del Instituto de Meteorología, Charley tiene vientos máximos de 165km/h, una presión de 979 hectopascal y una velocidad de traslación de 27 km/h.

   Los expertos prevén que la velocidad de los vientos siga creciendo, la presión disminuyendo (lo que lo hace más organizado) y la velocidad de traslación se mantenga.

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