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PALM BEACH, EEUU (AFP).- Las primeras bandas de lluvias y vientos asociadas al huracán Jeanne ya se pueden sentir en Florida, que aguarda la llegada del ciclón en pocas horas y dispuso la evacuación de casi tres millones de personas en su camino.
Jeanne, que en algún momento se pensó se movería al norte antes de llegar a las costas de Florida, ahora penetrará tierra adentro y en algún punto del centro del Estado puede convergir con las trayectorias previas de Charley y Frances, dijeron las autoridades este sábado.
El gobernador Jeb Bush expresó su preocupación por una zona que podría sufrir el azote de tres huracanes en seis semanas.
«Quisiera poder decirles que la tormenta va a golpear la costa y luego por arte de magia» desviarse hacia el norte, pero ese no parece ser el caso, dijo Bush en una conferencia de prensa este sábado.
Dan Brown, meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes (CNH) con sede en Miami, dijo a la AFP que es probable que la ruta de los tres huracanes coincida en el centro de Florida, en algún punto entre Lake Wales y la ciudad de Orlando.
Las autoridades de los condados de esa región, como Orange, Osceola, Seminole y Polk dispusieron la entrega de sacos de arena para contener inundaciones y pidieron la evacuación de zonas bajas de las jurisdicciones.
Cientos de miles de residentes, trabajadores y funcionarios del Estado se prepararon para el golpe del huracán Jeanne, que se fortaleció mientras azotaba las Bahamas.
A las 21H00 GMT el ojo de Jeanne, un peligroso huracán de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson (máxima 5) con vientos de 185 km/h (115 mph), estaba a 168 km (105 mph) al este sureste de Vero Beach, en Florida, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH) con sede en Miami.
Jeanne, que dejó más de 1.100 muertos a su paso por el Caribe estaría entrando a tierra entre este sábado y el domingo por la madrugada.
Casi tres millones de residentes del este y centro de la Florida están bajo órdenes de evacuación, obligatorias o voluntarias, que entraron en vigor este sábado, en una amplia zona que comprende desde el Condado de Dade (sur, incluyendo Miami) hacia el norte, hasta St. Lucie (este), y hacia el oeste hasta la costa del Golfo de México.
La ciudad de West Palm Beach, en el camino de la tormenta, estaba prácticamente desierta el sábado por la noche, con un puñado de personas en la playa y policías recordando a los residentes por un altavoz que estaba en efecto una orden de evacuación obligatoria.
«Sólo quería mirar la playa por última vez antes de evacuar», dijo un empleado de hotel, Hernán Martínez.
Los puertos de Miami y Everglades, el principal puerto de cruceros de Florida, están cerrados, pero el aeropuerto internacional de Miami permanecía abierto, aunque casi todos los vuelos estaban cancelados.
Imágenes de televisión mostraron este sábado decenas de trabajadores de comercios privados, hoteles y funcionarios apurando los preparativos para tener todo protegido antes del mediodía y recogidas las toneladas de escombros que dejó Frances.
«Ahora es el momento de quedarse en un sólo sitio», dijo el gobernador Bush, «no es momento de estar viajando».
Una de las mayores preocupaciones de las autoridades son los recursos con los que cuenta para enfrentar la emergencia, drenados por los tres huracanes que azotaron al Estado en un mes.
Bush aclaró este sábado que aunque los recursos están estirados al máximo las autoridades están organizadas para responder a la emergencia.
Los residentes de las zonas amenazadas, por su parte, esperaban con resignación lo peor, tratando de arreglar las carpas que les sirven de techos desde que Frances les dañó sus hogares.
En el centro del Estado, por otra parte, la mayor preocupación son las inundaciones, pues entre Charley, Frances y las lluvias asociadas a Ivan la tierra está saturada y los ríos sobre su nivel normal.
Jeanne trae de 100 a 200 mm de lluvia, lo que podría ser muy peligroso, dijeron a medios locales funcionarios de los condados.
