NASSAU, Bahamas (AP) — El huracán Noel, la tormenta más mortífera que se abate este año en el Atlántico, intensificaba su tamaño pero no su intensidad mientras avanzaba ayer hacia la provincia canadiense de Nueva Escocia, dijeron los meteorólogos.  No se espera que incremente su fuerza en las próximas 24 horas.

Parte de la costa oriental de Estados Unidos podría experimentar intensas lluvias, agregaron los especialistas.

 Las copiosas lluvias causadas por Noel ocasionaron inundaciones y deslizamientos de tierra en el Caribe, provocando 118 muertes, según las autoridades.

Tras pasar por las Bahamas y Cuba el jueves, el huracán de categoría 1 avanzaba ayer con rumbo norte.  Sus vientos sostenidos eran de 130 kilómetros (80 millas) por hora el viernes temprano y su vórtice estaba situado a 750 kilómetros (470 millas) al sur de Cape Hatteras, en Carolina del Norte, precisó el Centro Nacional de Huracanes en Miami. Noel avanza en dirección nor-nordeste a 29 kilómetros (18 millas) por hora. 

Jack Beven, especialista en huracanes, dijo el viernes que “no esperamos que el centro cruce la costa estadounidense.

Su curso debería desplazar el centro del sistema sobre Nueva Escocia”.  Pero Beven agregó que la tormenta “aumentará significativamente en tamaño” y que sus efectos podrían sentirse en Estados Unidos.

 Los meteorólogos anticiparon de 5 a 10 centímetros (2 a 4 pulgadas) de lluvia en Carolina del Norte.  El jueves, las aguas lodosas rebalsaron un dique en Cuba y cayeron sobre cientos de viviendas y carreteras, al tiempo que cortaron los servicios de electricidad y teléfonos.

Decenas de pequeñas comunidades quedaron aisladas.  Soldados cubanos fueron de casa en casa en las zonas más bajas y evacuaron a unas 24.000 personas, según informes de la radio y la televisión oficiales.

Al menos 2,000 viviendas fueron dañadas por las aguas, pero no se informó de muertes. 

La tormenta arrojó un récord de 38 centímetros (15 pulgadas) de lluvia en las Bahamas, dijo el primer ministro Hubert Ingraham.

Las inundaciones causaron la muerte de por lo menos un hombre en las Bahamas y obligaron a evacuar a casi 400 personas, sobre todo en la isla de Abaco. 

En la República Dominicana, los rescatistas partieron en helicópteros y botes para llegar a los residentes aislados por primera vez en tres días.

 Cientos de voluntarios se sumaron a las fuerzas de defensa civil dominicana para ayudar a las víctimas.