Hoy 
SAN ANDRES TUXTLA, México (AFP).- El huracán Stan entró antes de lo previsto en el sureste del México, con vientos máximos sostenidos de 130 km/h, y dejó cuatro heridos y cuantiosos daños materiales en el estado de Veracruz. Los cuatro heridos, saldo provisional según el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, no eran de gravedad.
Al caer la tarde, las lluvias torrenciales de Stan (categoría 1 en escala Saffir-Simpson) continuaban no sólo en ese estado, sino en todo el istmo de Tehuantepec, fronterizo con Guatemala.
En Centroamérica, Stan ya provocó grandes inundaciones y al menos 52 muertes: 39 en El Salvador, 10 en Nicaragua y tres en Guatemala, según el conteo provisional del martes, además de miles de damnificados.
El meteoro tocó tierra antes de lo que esperaban los meteorólogos, a las 15H00 GMT, al sureste de Veracruz, cerca de ‘Punta roca partida’, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, con sede en Miami.
En el municipio de San Andrés Tuxtla, donde se dejó sentir el ojo del huracán, la lluvia derribó árboles, postes, techos de casas y viviendas de materiales frágiles, comprobó la AFP.
La localidad permaneció semidesierta mientras los vientos huracanados cruzaban sus calles.
Con más de 300.000 habitantes, San Andrés Tuxtla no había experimentado un huracán en los últimos 100 años, a decir de sus habitantes.
La nubosidad de Stan chocó a su vez con un frente nuboso proveniente del Pacífico, con lo que todo el istmo de Tehuantepec se vio sometido a lluvias torrenciales.
El río Papaloapan, que desemboca en el Golfo de México, se desbordó en algunos puntos, según informaron fuentes de Protección Civil locales.
Stan «está jalando mucha humedad en la parte del Pacífico, está siendo atraída en toda la zona del istmo. Será en la jornada de hoy (martes) y en la madrugada cuando tendremos lo peor», explicó el vocero de Protección Civil de Oaxaca, Hector González Hernández.
El puerto de Veracruz fue cerrado a la navegación, ya que el ciclón provocaba olas de hasta cinco metros de altura y fuertes vientos.
Las imágenes en Chiapas atestiguaban un impresionante desborde de un pequeño río en la localidad de Cuatán, donde decenas de casas fueron arrastradas.
En este estado llueve sin cesar desde hace diez días, a causa de incesantes frentes fríos provenientes del norte y el Pacífico.
La empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ordenó el desalojo de unos 270 trabajadores de cinco plataformas en el Golfo, sin que ello afecte la producción del crudo, informó el martes a la AFP un vocero de Pemex.
Las autoridades recomendaron extremar precauciones a la navegación en el Caribe, en especial en las costas de los estados mexicanos de Quintana Roo, Yucatán (donde también hubo inundaciones) y Campeche.
En el balneario de Cancún, en el estado de Quintana Roo, alrededor de 50 viviendas resultaron dañadas por las lluvias, y las vialidades más importantes se inundaron.
La prensa local reportó que el martes decenas de familias -habitantes de las zonas bajas de Cancún- continuaban solicitando apoyo a las autoridades para retirar el agua que entró a sus viviendas.
Según el Servicio Meteorológico de México, la actual temporada de ciclones en el Atlántico -que se prevé concluya a finales de noviembre- ha sido la cuarta más activa desde 1851.
Por su parte, en la parte norte del Pacífico mexicano, la tormenta tropical Otis continuaba a las 07h00 (12h00 GMT) bordeando el litoral de Baja California sur, en dirección nor-noroeste.
El meteoro se fue debilitando progresivamente, por lo que las autoridades de protección civil levantaron la alerta en tres municipios del centro del estado.
