Por Sofia Miselem
CANCUN, Mexico, Oct 20 (AFP) – El huracán Wilma avanzaba este jueves hacia las costas de Yucatán en México en un «progreso extremadamente peligroso» que obligó a evacuar a los turistas de Cancún, a cientos de miles de habitantes en el oeste de Cuba, así como la población del extremo sur de la Florida.

   A las 17H00 GMT Wilma se encontraba a 255 km al sudeste de la isla de Cozumel y se desplazaba en dirección noroeste a una velocidad de cerca de 7 km/h con vientos de casi 230 km/h (145 mph) y se había degradado a categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, con la posibilidad fortalecerse en las próximas horas.

   El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Miami pronosticó que el ojo del ciclón entrará a territorio mexicano ligeramente por el sur de Cancún, en la península de Yucatán.

   El cúmulo de precipitaciones provocadas por Wilma se situaría entre 20 y 30 cm en algunos sectores de Cuba y de la península de Yucatán. Es posible que se produzca lluvias también intensas en las islas Caimán y al norte de Honduras.

   En el popular balneario mexicano de Cancún (este), una mujer de 33 años falleció al recibir una descarga eléctrica cuando se encontraba ayudando en tareas de prevención ante la llegada del huracán, informó una fuente oficial.

   A punto de tocar la punta oriental de Yucatán el viernes por la madrugada, afectando Cancún y la isla de Cozumel, Wilma debería girar el sábado al noreste hacia el canal que lleva el mismo nombre, pasar por el noreste de Cuba entre ese día y el domingo, y luego dejarse sentir en Estados Unidos por la noche.

   Pero esa larga trayectoria aún está repleta de incertidumbre, y Wilma puede tocar Estados Unidos desde cualquier punto en el centro de Florida hacia el sur.

   En Cancún miles de turistas abandonaron la zona hotelera para dirigirse a refugios o partir definitivamente del país, temerosos del temible huracán Wilma.

   A lo largo de los 28 km de la zona hotelera del puerto de Cancún, la ciudad turística está detenida, los comercios están todos cerrados, en momentos que países como Francia pidieron a sus ciudadanos evitar viajes a las regiones amenazadas por Wilma en México, Cuba y el Estado norteamericano de Florida, tres zonas muy visitadas por europeos y estadounidenses.

   Desde la mañana, los hoteles pidieron a los turistas que desean regresar después del huracán que se vayan con sus pertenencias, mientras brigadas de trabajadores colocan maderas en los vidrios de hoteles y comercios.

   En Cuba miles de personas escapaban hacia albergues, aseguraban alimentos ante el temor de una prolongada embestida del potente e impredecible huracán.

   Unas 230.000 personas habían sido evacuadas este jueves, la mayoría de la provincia de Pinar del Río (oeste), que según los pronósticos será la más golpeada por Wilma, ahora categoría 4 en la escala Saffir-Simpson.

   Las familias evacuadas viven en zonas bajas y áreas costeras, y fueron llevadas a albergues o a casas seguras de amigos y parientes, en tanto que la Defensa Civil instruye a la población para que extreme las medidas de precaución.

   Mientras, en Centroamérica se seguía con atención el lento desplazamiento de Wilma por las aguas del Caribe con dirección a la península de Yucatán, aunque en la región no se habían registrado víctimas ni evacuaciones masivas.

   Sin embargo, en Honduras, frente a cuyas costas se desplazaba Wilma, se mantenía una alerta roja para toda la franja caribeña.

   En Florida se seguía con atención e incertidumbre la trayectoria de Wilma, que luego de su paso por Yucatán con vientos extremadamente intensos, podría salir debilitada rumbo a Estados Unidos el sábado.

   Las autoridades de Florida, que preveían iniciar este jueves todos los preparativos para el azote de la tormenta a partir del sábado, tuvieron que frenar la urgencia y se dieron hasta el viernes porque Wilma anda con retraso.

   «El principal foco de amenaza es desde el centro de Florida hacia el sur hasta los Cayos, y es muy temprano para limitar más» el pronóstico, dijo este jueves James Franklin, meteorólogo del CNH en Miami.

   Max Mayfield, director del centro, destacó que ahora no ve «cómo no tendría por lo menos algún tipo de impacto en los Cayos de Florida y la parte sur de la península».

   También es posible que Wilma aumente su velocidad de traslación, lo que representa buenas noticias, y además que azote a Florida como un huracán categoría 2 en la escala Saffir-Simpson (máxima 5), con vientos de por lo menos 150 km/h (95 mph) cuando el miércoles se pronosticaba que azotaría con una fuerza mucho mayor.