MOBILE, EEUU (AFP).- Decenas de miles de aterrados pobladores de cuatro estados del sur de Estados Unidos huían el miércoles de las zonas costeras poco antes de la embestida del letal huracán Iván, que en una semana ya dejó una estela de destrucción en el Caribe y un saldo de al menos 71 muertos.

   Entretanto, la tormenta Jeanne inició su periplo caribeño con vientos de 110 km/h azotando a la isla de Puerto Rico y dirigiéndose a la República Dominicana, que ya perdió cuatro vidas durante el paso de Iván.

   Iván enfilaba este miércoles rumbo a la costa estadounidense en el Golfo de México, adonde se espera que llegue en la mañana del jueves y entre por la ciudad de Mobile (Alabama, sur).

   Decenas de miles de personas atiborraban las calles y cientos de trabajadores de emergencia y equipos de las compañías de energía se dirigían a las zonas amenazadas para dar una pronta respuesta a los posibles estragos que causará Iván a lo largo de unos 800 km de la costa sur estadounidense, en el oeste de Florida, Alabama, Mississippi y Luisiana.

   En Nueva Orleans se registró un éxodo comparable al provocado por Georges en 1998, según medios locales, mientras miles de personas intentaban escapar de la ciudad, susceptible a severas inundaciones pues está a dos metros bajo el nivel del mar.

   La principal arteria que corre de este a oeste y que se aleja de la ciudad, la Interestatal 10, fue acondicionada en varios tramos para que todos los carriles lleven hacia una sola dirección: lejos de Nueva Orleans.

   Walter Maestri, encargado de emergencias en Nueva Orleans, dijo al diario The Washington Post que la ciudad tiene listas 10.000 bolsas para cuerpos en espera de Iván, pues los diques de la localidad están preparados para un huracán de categoría tres en la escala Saffir-Simpson, e Iván es de categoría 4, con vientos máximos de hasta 233 km/h.

   Un huracán de categoría cuatro podría causar tanto como 50.000 ahogados, advirtió Maestri, «este podría ser el caso».

   Los pronósticos del Centro Nacional de Huracanes (CNH) con sede en Miami colocan a Iván entrando al continente entre la noche del miércoles y la mañana del jueves cerca de Mobile, aunque su impacto debe ser más amplio pues sus fuertes vientos se extienden a 466 km de su vórtice.

   A las 15H00 GMT el centro de Iván estaba a 278 km al sur de Mobile y se desplazaba hacia el norte.

   En esta ciudad, conocida por sus elegantes mansiones y playas de arena blanca, quedaban pocas personas haciendo los últimos preparativos para el impacto.

   Las autoridades declararon aquí un toque de queda a partir del miércoles por la noche, y en algunas áreas bajas, la Policía fue de puerta en puerta pidiendo a los residentes que aún estaban en sus casas que se fueran a hoteles, refugios u hogares de familiares en zonas más altas.

   En Nueva Orleans, mientras se pedía a los residentes que buscaran refugio, las autoridades recordaban que el huracán Betsy, menos poderoso, dejó 110 muertos y la ciudad bajo más de dos metros de agua en 1965.

   Las escuelas cerraron, los residentes en las zonas amenazadas tapiaron sus hogares y el puerto fue cerrado al menos por el miércoles.

   Más al este, en el Caribe, Jeanne, la quinta tormenta de la temporada en el Atlántico, azotaba la isla de Puerto Rico dejando miles de personas sin electricidad y más de medio millón habitantes sin agua según las empresas de energía y acueductos.

   Unas 700 personas debieron ser enviadas a refugios y numerosas carreteras están bloqueadas por deslizamientos de tierra y desbordes de ríos,

   La gobernadora Sila Calderón ordenó el cierre de escuelas, de oficinas gubernamentales y de los puertos y aeropuertos. Más de 216 vuelos fueron cancelados y más de 15.000 pasajeros quedaron varados, según las autoridades aeroportuarias.

   Si sigue su trayectoria, Jeanne podría estar «cerca de la costa norte de la República Dominicana el jueves», según el CNH.