Me sentí intimidado. Me limitaba a escuchar las magnificas exposiciones de hombres y mujeres de ciencia, de impresionantes currículo, versando sobre tópicos importantes en el 3º. Congreso de IANAS celebrado en Punta Cana del 17 al 19 de julio 2013, y los informes de los presidentes de las academias reportando los resultados de sus trabajos de investigación, sus dificultades y perspectivas, en un ambiente armónico e integracionista que obliga ser más productivo y eficiente el conocimiento y la libre discusión de las ideas al servicio de la colectividad, el desarrollo y la verdad científica.
IANAS (Inter-American Network of Academies of Ciencies) es un poderoso instrumento de intercambio de información y estudios que contribuye a la profundización y fortalecimiento de propuestas alternativas de solución de problemas y políticas públicas, de aplicación local y regional, habiéndole correspondido a nuestro país por su hospitalidad, el alto honor de servir de anfitrión en reconocimiento del arduo trabajo realizado por la ACRD desde su ingreso a este concierto de voluntades que tiene por objetivo el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación como elemento fundamental de preservación, superación y supervivencia de nuestros pueblos.
Los temas tratados magistralmente por calificados expositores y los informes recibidos de las Academias representadas, abarcaron asuntos de vital importancia: aprovechamiento del agua y la energía alterna; orígenes y consecuencias del cambio climático; impacto de los fenómenos sísmicos y atmosféricos; importancia de la educación y los medios de comunicación social; integración de la mujer a la ciencia; preservación de los ecosistemas, la biodiversidad y medio ambiente.
Francamente me sentía intimidado. Más aproveché uno de los paneles de discusión, a propósito de políticas públicas y comunicación. Me atreví a alzar la mano y pedir un turno. Definido mi propósito, quise resaltar la necesidad de adecuar el lenguaje científico al lenguaje social educativo, para divulgar la verdad científica que no cala, ni vende votos, si permanece aislada, sin alcanzar los oídos receptivos de quienes toman decisiones. Si no cuenta con una plataforma social educada y convencida de su realidad, persuadida de que habrá de luchar y presionar, de manos con la ciencia, militantemente, si quiere alcanzar, por encima de intereses particulares, objetivos de interés general.
Ilustré con dos ejemplos: uno materializado, el 4% para Educación; otro, sobre el tapete: la Carretera Cibao/Sur. Expliqué las características de ambos polos geográficos, en una media isla de 48,000 Km2., sus motivos y propósitos: (a) El acariciado por el sector empresarial, con el respaldo del Gobierno y de obispos con intereses creados. Afecta gravemente dos emblemáticos Parques Nacionales, áreas protegidas. Costo: US$500 MM. (b) Un segundo, modifica la ruta y el costo: US$300 MM; (c) Tercera alternativa: preserva los parques nacionales, utiliza la infraestructura existente. Costo: US$90 MM.
No me atreví pedirles a los científicos señalar su preferencia. Igualmente resultaría obvio, por razones de intereses y beneficios mercuriales, no de bien común, que el proyecto (a), saldría favorecido si no se concientiza y construye una plataforma social que asuma, con la ciencia, de manera responsable, la defensa de la vida toda y de la Madre Tierra.