ICCO: Un procedimiento viciado e indagatorio

ICCO: Un procedimiento  viciado e indagatorio

En el procedimiento de acordar los porcentajes de cacao fino o de aroma que conforme a evaluación de un Panel de Expertos contratados por la Organización Internacional del Cacao (ICCO) se les asignará a los países productores de este tipo de cacao, surgieron situaciones en las cuales, parte del jurado de “expertos” se manifestaron contrario a nuestro pedimento del aumento del porcentaje del 40% obtenido en Londres en el 2008, a un justo 60% como era nuestro pedimento, avalado por todas las premiaciones y reconocimientos de reconocidas empresas chocolateras, además de un dossier conteniendo la mayoría de las instalaciones de primera para el fermentado y secado del cacao, gran parte de este, orgánico.
El jueves 12 del mes que discurre, el Consejo de la ICCO conoció el informe del Panel de Expertos en el cual se mantenía el 40% a la República Dominicana, no obstante nuestra excelente presentación en el mes de abril. Esta vez, los miembros de este panel se excusaron y no asistieron, enviando únicamente al Dr. Suka, de Trinidad y Tobago, para presentar el veredicto. Nosotros habíamos advertido, que uno de los denominados expertos procedente del Ecuador, lo habíamos recusado en Londres ante el Consejo, por manifestar claramente su oposición, incluyendo preguntas capciosas en el sentido de identificar compradores internacionales que no solo distinguían el cacao dominicano, sino que pagaban un precio muy superior al de los otros entrevistados, hasta llegar al cinismo de preguntar si producíamos cacao CC51, valorado por los expertos como un tipo de cacao muy productivo, pero de muy poca calidad. Por supuesto, este experto y dos más provenientes de países americanos confabulados, brillaron por su ausencia para no tener que soportar la andanada de pruebas contundentes que presentamos en esta ocasión.
Habíamos solicitado hacer una presentación en “power point” e inexplicablemente el presidente del Consejo, representante de un país productor, Madagascar, se opuso y preguntó la duración de la misma. Al contestarle que 8 minutos nos trató de convencer, que si todos los países evaluados solicitasen una revisión de su caso, las sesiones podrían tener una larga duración. Entonces le contestamos, que el Convenio Internacional del Cacao, 2010, permitía a cualquier miembro que no tuviese conforme con una decisión, apelar al mismo, para que por el procedimiento de votación de “la mayoría simple distribuida”, se aprobase o rechazase la apelación y que debido a esta parcialización del presidente, nuestra delegación se retiraba de la sala.
Al momento de proceder a nuestro retiro, la delegada de Nigeria nos pidió vehementemente que nos quedáramos en nuestro curul, que ella echaría el pleito por nosotros. Inmediatamente el representante de la Costa de Marfil y además, vocero de los países productores abogó por nuestra posición. Es justo reconocer también, que en iguales circunstancias se manifestó el portavoz de los Consumidores, delegado de la Unión Europea. En esta álgida controversia también intervinieron a nuestro favor, la embajadora de Nicaragua y el representante de Costa Rica.
Para bajar la distensión, ya que el debate lo habíamos enfocado desde el punto de vista jurídico y no agropecuario, la presidencia debió admitir nuestro justo reclamo, aunque se nos pidió información adicional, la cual estaba dentro del video que teníamos preparado para nuestra sustentación.
Nuestro cacao, no solo según documento de la misma ICCO, no solo obtiene el precio más alto, sino que nuestras instalaciones y manejo post cosecha, es superior al menos el 90% de todos los países productores de cacao a nivel mundial.
En un cuadro que presentamos, le demostramos que cuatro de los países productores que componían el Panel de Expertos, habían este año importado cacao dominicano para mejorar su producción industrial. Entonces, quedó justificado, que nuestro cacao si no es superior, al menos es excelentemente valorado por la mayoría de los países importadores, procesadores de cacao fino o de aroma.
Aunque nosotros teníamos de producirse la votación, bajo la manga el consenso de nuestros amigos delegados de países africanos, en el proceso quedó demostrado que los intereses de los países que compiten entre sí, prevalecen cuando un pequeño país como el nuestro, mas gran productor de cacao, osa competir con los que por tradición se consideran –poseedores sin competencia— del fruto con los mejores sabores organolépticas para elaborar los mejores y más apetecibles productos chocolateros. Esta decisión salomónica demuestra, que no hay enemigo pequeño y que tal como sucedió bíblicamente, David venció a Goliat.

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