WASHINGTON,  (AFP) – La idea de ejecutar a los violadores de niños, incluso si no mataron, avanza en Estados Unidos: la corte suprema de Louisiana (sur) validó el martes pasado la condena a muerte de un pedófilo y el gobernador de Texas (sur) debe promulgar pronto una ley en ese sentido.

 Si bien Louisiana fue el primer estado en adoptar una legislación que autorizaba la pena de muerte para los violadores de niños en 1995, el movimiento cobró verdadera fuerza diez años más tarde, después del calvario de una niña violada y enterrada viva por un hombre ya condenado por agresión sexual.

 Proyectos de la «Ley Jessica» fueron presentados por todo el país para imponer, en la inmensa mayoría de los casos, una pena mínima de 25 años de reclusión en caso de violación de un niño de menos de 12 años y la colocación de por vida de un aparato de localización por GPS (satelital).   Pero en ciertos Estados, a la «Ley Jessica» se agregó la posibilidad de condenar a muerte a un pedófilo: además de Louisiana; Oklahoma (sur), Carolina del Sur (sudeste), Georgia (sudeste) y Montana (noroeste) adoptaron en lo sucesivo tal disposición. Por una aplastante mayoría, los legisladores de Texas escogieron añadirla en su estado, responsable de más de un tercio de las ejecuciones en el país desde hace 30 años y de dos tercios este año. La ley se encuentra en la oficina del gobernador Rick Perry, que prometió firmarla.