Que el trabajo no se debe llevar a la casa es algo que siempre recomiendan los especialistas, pero para algunas personas esto no es una opción, pues muchas veces  el  trabajo lo realizan desde allá.

Y ya que se presenta la necesidad, lo mejor es crear un espacio que aún estando dentro de su hogar,  afecte lo menos posible su cotidianidad fuera de  “horas laborables”; un lugar que además le proporcione  la comodidad que necesita para realizar su labor sin presiones agregadas.

Si en este espacio no recibirá clientes, será mucho más fácil de organizar. Lo primero a considerar es que el espacio elegido esté lo más alejado posible de las áreas funcionales de la casa. Si recibirá a alguien, no será de agrado encontrar los juguetes de sus hijos o el cuenco del perro en el camino.

Debe asegurarse de tener acceso a la energía eléctrica, teléfono y baño cercano. Luego, es indispensable que ese espacio  cuente con una buena ventilación e iluminación.

Ahorro. Aunque ciertos estilos decorativos exigen gastos mayores, lo recomendable es complementar una visión de ahorro con la decoración misma, sin que esto afecte las necesidades básicas de la oficina. Recuerde que la decoración también tiene gastos de mantenimiento.

Partiendo de esto, elija elementos prácticos. Un sillón ergonómico es lo ideal para cuidar su espalda las horas que pasará sentado.

Un sillón ergonómico no  necesariamente tiene que lucir aburrido.

Hay muchos diseños de mobiliario para oficinas llamativos, en cualquier estilo decorativo.

No olvide colocar un estante para guardar libros y documentos importantes; lo  mejor es que tenga algún compartimiento que se preserve bajo llave.

Otro aspecto importante es mantener todo despejado. Busque una forma de esconder todos los cables. Un enredo de cables puede incluso aumentar su sensación de estrés.

Tonos adecuados. Los colores a elegir deben ser aquellos que tengan una influencia positiva en su estado de ánimo.

Según el portal www.PintoMiCasa.com, los tonos marrones, beige y terrosos tienen efectos relajantes, mientras que tonos como el naranja o el amarillo estimulan la interacción y trabajo mental.