Identidad persistente VI

Identidad persistente VI

Las naciones de hoy son hijas de la desaparición del feudalismo, absorbido o integrado por la monarquía absoluta. Con las monarquías, hubo territorio nacional, leyes nacionales, soberanía nacional, moneda nacional, ejército nacional, himno nacional. Surgió entonces algo decisivo: el “mercado nacional”. Es decir, cien ciudades sometidas a la autoridad de un sólo Estado y de un gobernante único que las representaba a todas.

Casi todos los grandes tratadistas contemporáneos de los problemas de la nación y del nacionalismo son personas que desde su nacimiento, o a través de la historia vivida por sus padres, han sufrido traumas colectivos. Ese es el caso de Edgar Morin, nacido en 1921, combatiente voluntario en la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. El autor de “Tierra-patria”, de “Una política de civilización”, de “La complejidad humana”, refleja en sus obras el impacto de sus experiencias personales y las de su comunidad. También ese es el caso de Ernest Gellner (1925-1965), filósofo y antropólogo de nacionalidad británica, nacido en Chequia y fallecido en Praga. Checo-eslovaquia es una zona del planeta bajo la constante influencia de las grandes potencias del viejo mundo, antiguas y modernas. Rusia, Alemania, el imperio austro-húngaro, han zarandeado esa región durante siglos.

La guerra de los treinta años comenzó con la famosísima defenestración de Praga. La llamada república checoeslavaca se formó con la reunión de Moravia, Bohemia, Silesia y Eslovaquia, en 1918, al concluir la Primera Guerra Mundial. Gellner conoció las sañudas pasiones nacionalistas de bohemios, alemanes y polacos. Ocurre igual con Benedict Anderson, nacido en 1936 en China, de padre irlandés y madre inglesa. Anderson es un experto en los problemas de Indonesia, país donde redactó la mayor parte de su tesis doctoral mientras trabajaba como profesor asistente en la Universidad de Cornell.

Indonesia es un archipiélago poblado por diversas etnias, con enormes diferencias religiosas, culturales, idiomáticas. Por estas islas han pasado portugueses, franceses, españoles, ingleses, holandeses. Empresarios europeos instalaron en Indonesia negocios comerciales monopólicos. Los holandeses practicaron allí “una segregación racial completa”. En Indonesia se discute todos los días acerca de las ventajas de la “unificación nacionalista” frente a la diversidad religiosa, cultural y étnica. (Las naciones americanas se zafaron de la tutela colonial cuando España fue invadida por tropas de Napoleón).

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