Identifica dos policías como sus agresores

<p>Identifica dos policías como sus agresores</p>

POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
SAN PEDRO DE MACORIS.-
Un sargento y un raso de la Policía Nacional habrían sido quienes violaron, castraron y dejaron por muerto a Alfredo Javalera Ortiz, a quien querían obligar a robar reses para el provecho de los agentes policiales.

Javalera Ortiz identificó a sus agresores como el sargento Casimiro Marte Tavárez (Lirín) y Ricardo Bueno (Ica), quienes estaban de puesto en el batey Las Pajas de esa comunidad oriental.

En su lecho de la habitación 325 del hospital Doctor Antonio Musa, el labriego denunció, con evidente temor, que sigue recibiendo amenazas de muerte del sargento apodado Lirin. «Si me denuncias te mato», habría dicho el sargento a Javalera, según declaró éste.

El jefe de la Policía, mayor general Bernardo Santana Páez, y el director regional de la Policía en San Pedro de Macorís, general Miguel Mateo López advirtieron que cualquier agente que se compruebe que ha delinquido o inducido a alguien a cometer actos reñidos con la ley, será sometido a la acción judicial.

Los coroneles Genaro Suero Jiménez, subdirector adjunto de investigaciones criminales, y Secundino de los Santos, comandante del departamento de asuntos criminales de San Pedro de Macorís, tienen a su cargo las investigaciones.

Aunque al paciente está protegido por tres policías las 24 horas, el sargento que lo quería inducir al robo y que dirigió la golpiza de la que fue objeto, entra al hospital y lo amenaza. Javalera y su familia contaron a periodistas de HOY que en una ocasión el sargento Casimiro Marte Tavárez tuvo que ser desarmado en la entrada del hospital Musa, pero aún así subió a la habitación y lo amenazó de muerte.

En los pasillos del hospital se comenta que existe complicidad entre policías y cuatreros de la zona. Ha sido necesario detener incluso policías que custodian a Javalera Ortiz, quienes con fines sospechosos han abandonado el servicio.

HABLA JAVALERA

Aunque el caso de Javalera Ortiz, de 27 años de edad, fue dado a conocer el 12 de febrero, su origen data del 16 de enero. El joven fue atrapado por dos policías y otro hombre no identificado, quienes lo golpearon, lo violaron, le golpearon sus testículos y lo lanzaron a una barraca, dejándolo por muerto.

Casi dos meses después, el labriego no logra recuperarse del terror que le produjo su tragedia. A pesar de que su salud ha mejorado en forma significativa y de que los médicos lograron hacerle un injerto en el pene, habla en voz baja, como si temiera ser oído.

«A mí me han dicho que todo se va a quedar así, porque las autoridades no encontrarán pruebas de lo que me pasó», sostiene Javalera, quien es seguido de cerca por sus familiares indignados por la situación.

Los demás pacientes han instado a su colega de habitación a denunciar la situación, como una forma de evitar la impunidad y que vuelva a suceder el caso con otra persona. «Si habla y me metes en un lío te mato», es la frase que llena de temor a Javalera, quien no sabe exactamente si su mayor seguridad está en el hospital o en su casa.

Javalera trabajaba en la finca de Luis Vásquez, a quien identifica como un general en retiro.

Familiares del labriego revelaron a HOY que en los pasillos del hospital los policías se burlan del paciente, señalando que ese caso se quedará así porque con el nuevo código es necesario presentar pruebas del hecho.

VERSION POLICIAL

El general Miguel Mateo López dijo a HOY que los dos agentes policiales fueron trasladados del batey Las Pajas al cuartel de San Pedro de Macorís. Allí fueron detenidos para fines de investigación, pero hasta ahora no ha habido pruebas que los inculpe. Sin embargo, se mantiene abierta la investigación.

La familia de Javalera afirma que el sargento policial se ha trasladado al hospital Musa para amenazar al paciente, cuya vulnerabilidad es muy evidente.

Mateo López y Santana Páez fueron enfáticos en que la Policía no tapará las faltas que cometan sus agentes, pero la familia de Javalera teme por su vida.

«Si están implicados en ese caso, nosotros vamos a actuar e irán a la justicia», dijeron en versiones separadas los dos generales de la Policía.

Sin embargo, la Policía insistió en que no tiene razones para mantener detenidos a los agentes que han sido señalados por Javalera como responsables del acto de violencia al que fue sometido.

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