Identifican obstáculos de maestros en escuelas

Identifican obstáculos de maestros en escuelas

Por MARIEN ARISTY CAPITAN
Entre los problemas básicos de la escuela actual están el bajo rendimiento, las contradicciones y las dificultades para mantener el control del aula, lo que produce angustia y desorientación en el profesorado, según estableció el doctor Luis Gómez Pérez, de la Universidad de Valencia (España) y la Unidad Médica de la Dirección Territorial de Educación.

Tras señalar que la escuela actual está caracterizada por la ampliación de su obligatoriedad y un alumnado con diferencias significativas en intereses, capacidades y motivaciones, Gómez Pérez resaltó que las intensas presiones a las que están sometidos los docentes tiene repercusiones sociológicas, psicológicas y pedagógicas en los maestros.

“La actual crisis de la enseñanza ofrece manifestaciones de orden sociológico, psicológico y pedagógico que están repercutiendo en la persona del docente y en su función profesional”, dijo Gómez Pérez durante una conferencia que pronunció en el Centro Cultural Poveda.

Es que en los últimos años, sostuvo Gómez Pérez, han cambiado las necesidades educativas y el contexto de la actuación docente. “Nunca hasta ahora el profesorado había estado sometido a demandas tan complejas, intensas y contradictorias, en un nuevo escenario profesional que afecta a la eficacia y al desarrollo personal del docente”.

El concepto de disciplina, resalta Gómez Perez, también es distinto: al evolucionar con los años,  se ha cambiado el castigo físico por la motivación y la autonomía. ¿El problema? Con el aumento de esta motivación, la autoridad de los docentes ha ido perdiendo peso.

Además de esto, indica Gómez Pérez existe un desfase entre las necesidades educativas que actualmente reciben los docentes y los recursos y capacidades que tienen a su disposición para resolverlas, lo que genera ineficacia y conflictividad.

Posteriormente, el profesorado termina siendo víctima de tensión y desánimo. Esto hace que necesite tiempo y esfuerzo para analizar los problemas y entrenarse en su resolución eficaz.

Poco a poco, entiende Gómez Pérez, la situación se puede complicar apareciendo el Síndrome de Burnout, que provoca insatisfacción personal, frustración en el ejercicio de la profesión, fatiga emocional, alteraciones comportamentales, tensión, estrés, distorsión de objetivos, toma de decisiones erróneas, reducción del rendimiento, deficiencias en la comunicación, deficiencias en la colaboración y la cohesión, bloqueo y hostilidad, entre otros problemas. Cuando eso sucede, hay que lograr que los docentes afronten y resuelvan los problemas, en lugar de evitarlos y huir de ellos. De lo contrario, aparecerán de forma progresiva sentimientos de victimización e insatisfacción.

Una opción para lidiar con este desgaste y poder solucionar los conflictos, apunta Gómez Pérez, es la creación de un grupo de apoyo mutuo que puede configurarse entre cuatro o cinco compañeros de diversa experiencia profesional  en el centro.

“Abordar los problemas desde la escuela o el instituto, considerándolos como problemas del colectivo a resolver en equipo (metas comunes) reduce la vulnerabilidad y optimiza el desarrollo”.

Este será un recurso, continúa Gómez Pérez, que puede ser consultado voluntariamente y se reúne a petición de quien está afectado por un problema. “Entre los componentes se acuerda una dinámica de acción que permite, en un tiempo específico y un contexto sereno, analizar los problemas con confianza y sin interrupción”, apunta el especialista.

Respecto a la disciplina de los estudiantes, Gómez Pérez señala que el docente debe comenzar por cumplir el rol de ser modelo, mediar en la comprensión de conceptos y en el desarrollo de procedimientos y potenciar actitudes positivas para crear escenarios de aprendizaje y reforzar comportamientos deseables.

La idea es que, después de hacerle comprender a los estudiantes las razones que impulsan las normas de convivencia y las organizaciones, el docente logre que el estudiante sea responsable y actúe según las normas regido por su propio control, tomando las decisiones y actuado según criterios de justicia,  respeto y corrección.

“El profesorado facilita la creación de ambientes en los que el alumno pueda desarrollar la autodisciplina, el autocontrol, tomando decisiones personales y coordinando la participación cooperativa de otros alumnos. Estimula y refuerza la autonomía. Motiva a la definición y defensa de valores y media en situaciones que presentan dilemas morales”.

Para no fracasar, finalmente, es preciso llevar a cabo eficientes estrategias de organización del aula, ofrecer motivación y mostrar actitudes positivas.

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