A consecuencia de la diseminación e impacto de la enfermedad de los cítricos Huanglongbing (HLB) en el país, el cultivo de chinola se ha convertido en una alternativa de generación de ingresos para los productores de frutas de la República Dominicana.
El Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf) con fondos aportados por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), caracterizará las variedades de chinola presentes en el país, seleccionará las variedades que presenten mejores características para el mercado y creará un banco de semillas para los productores del país.
Adicionalmente, se identificarán los agentes fito patógenos que limitan o disminuyen la producción del cultivo en el país, tales como: virus, hongos, bacterias, nematodos e insectos. También, se identificarán los principales insectos polinizadores, necesarios para garantizar una alta productividad del cultivo.
Durante el acto de socialización del proyecto, el ingeniero Rafael Pérez Duvergé, director ejecutivo del Idiaf, resaltó que el objetivo del instituto es generar y validar tecnologías agrícolas que contribuyan al desarrollo de la agricultura y asegurar la alimentación de los dominicanos.
El señor Ricardo Martínez, en representación de las asociaciones de productores de chinola, indicó que las principales necesidades del subsector son la falta de asesoría técnica y la falta de recursos. También, enfatizó que las plantaciones son afectadas por sequías y enfermedades causadas por virus, hongos, tales como Fusarium y ácaros.
De acuerdo a estadísticas del Ministerio de Agricultura del 2016, en el país se cosecharon 239,747 tareas del cultivo, concentradas en las regionales agropecuarias este, nordeste y central del país.
A nivel oficial, el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (Feda), a través de los proyectos especiales de las Visitas Sorpresas, aporta financiamientos a 2,224 productores agrupados en cooperativas y asociaciones, beneficiando a más de 9 mil personas.
La investigadora Andrea Félix Lebrón, coordinadora del proyecto, junto a las especialistas en protección vegetal Xiomara Cayetano y Mileida Ferreira, en el encuentro con productores de chinola de ocho asociaciones de la zona este del país, plantearon que el proyecto ayudará a identificar y poner en prácticas tecnologías que elevarán la productividad del cultivo garantizando la calidad de las frutas de la chinola para su consumo fresco y para la industrialización.
Explicó que el proyecto será desarrollado en tres años, con una inversión de 9 millones 296 mil pesos, de los cuales Mescyt a través del Fondocyt aportará 6 millones 700 mil pesos y el Idiaf 2 millones 596 mil pesos y que el propósito es llevarlo a las zonas de producción de Hato Mayor, Samaná, Monte Plata, Juan Sánchez Ramírez (Cotui) y San Juan de la Maguana.
Los trabajos de investigación y transferencia tecnológica en el cultivo serán ejecutados por un equipo multidisciplinario de especialistas compuesto por Casimiro Puello, Reina Teresa Martínez, Lucia Silverio, Luis Matos, Teófila Reynoso, Juan Manuel Jiménez, Miguel Tejada, Daysi Hernández, Cristina Gómez y Sstefany Rosario. También, contará con la asesoría de los consultores de Israel Gal Sapir y Alon Samach, especialistas en genética y mejoramiento de plantas del Instituto de Horticultura Robert Smith para la ciencia y genética en la agricultura de la Universidad de Jerusalén.