SANTIAGO.  La Iglesia Católica advirtió que el futuro del país se torna sombrío y que la gente está nerviosa con la nueva reforma tributaria. 

En su editorial titulado   ¿Cómo llegamos ahí”, de su semanario  Camino, que circulará este domingo, la iglesia se refiere al paquete de medidas fiscales  que sugiere el Fondo Monetario Internacional que se aplique en el país para cubrir el déficit fiscal.

“Al Fondo le importan los números, que sus cuentas cuadren. Las consecuencias sociales de las medidas pasan a un segundo plano. Tenemos ejemplos en nuestro país y otros pueblos hermanos, en donde las recetas de este organismo internacional han provocado violencia con saldos lamentables”, advierte.

El editorial sostiene que los funcionarios del Gobierno ven el acuerdo como indispensable para mantener la estabilidad económica y evitar que la moneda y la inflación se disparen.

“Pero en el pueblo llano y sencillo la percepción es otra, crea temor y pánico. Es que la exclusión social en que viven miles de dominicanos no soporta más arrinconamiento. Una nueva carga impositiva traerá más pobreza y marginalidad”, explica.

Señala que aunque varios segmentos de la sociedad se resienten a los nuevos impuestos, serán los sectores más olvidados los que sufrirán enormemente los efectos de estas medidas.

Al preguntarse “porqué hemos llegado a este callejón que parece no tener salida,  el semanario de la  Iglesia Católica apunta que se sabe   que hay factores que están gravitando fuertemente sobre las economías de los países dependientes.

“Ahí está el caso del aumento de la factura petrolera, que pone a tambalear hasta a los fuertes. Pero a nivel interno encontramos acciones gubernamentales que nos han llevado a esta crisis. Gastamos más de lo que producimos,  Ha faltado austeridad en el gasto corriente,  inversiones no prioritarias en momentos difíciles, falta de castigo a los responsables de actos de corrupción en la Administración Pública y dispendios del dinero del pueblo”, subraya.

El semanario manifiesta que hay funcionarios del Estado que llevan un estilo de vida propio de países del primer mundo.