Iglesia alarmada por bares

Iglesia alarmada por bares

SALCEDO.-   Catorce centros de expendios de bebidas alcohólicas han sido abiertos en los últimos tres años, los que adicionados a otros 14, suman 28, esto sin contar  las cafeterías y colmadones.

Ante esta situación la iglesia católica dijo que está  alarmada y llamó a las autoridades a que eviten la apertura de más lugares de ese tipo    o de lo contrario la crisis de valores por lo que atraviesa la sociedad salcedenses se ahondaría.

Para monseñor Freddy González, de la Iglesia San Juan Evangelista, los casos son tan extravagantes, que se ha hecho necesario colocar  policías  los fines de semana desde los viernes hasta la madrugada del domingo, debido a los tantos pleitos que por los alrededores del parque Duarte y el centro de la ciudad se arman y hasta una  mujer perdió la vida.

En tanto, Robinson Mejía, de la parroquia “Jesús Buen Pastor” expresó que cada fin de semana suceden hechos lamentables,  debido a la gran cantidad de cafeterías, discotecas, bares, restaurantes, y  colmadones, que operan sin ningún tipo de regulación, y en los que  es normal observar a menores de edad consumiendo  alcohol y otras drogas.

Sostuvieron los religiosos que el desorden es tan grande  que la mayoría de los sucesos en los que se han registrado personas heridas, han estado envueltos menores de edad.

Dijeron que hasta altas horas de la noche se les observa con botellas en las manos y en ocasiones se han visto  envueltos en casos de narcotráfico.

“Señores, da pena ver cómo se nos va de las manos lo poco bueno que tenemos  ante la mirada indiferente, claro está, de quienes tienen la responsabilidad de hacer algo bueno por nuestra ciudad”, dijo Mejía.

Otra de las quejas de Mejía es lo que se hace en los  “party” o fiestas que cada fin de semana se llevan a cabo en esos lugares.

El sacerdote indicó que por los alrededores del templo se han encontrados preservativos.

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En sus buenas

 Monseñor González dijo que de los  28 bares,  solo hay cuatro “que para mala suerte de los que deseamos una sociedad mejor  han cerrado sus puertas, es decir que nuestros jóvenes y adolescentes están secuestrado por el alcohol, las drogas y las malas influencias de la música”. Manifestó que  “junto a lo que te cité ahorita se convierten en agentes muy negativos y venenoso para nuestra sociedad”.

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