BUENOS AIRES  AFP. La Iglesia argentina reclamó ayer domingo la «plena vigencia» de la división de los tres poderes del Estado,  en medio de la controversia entre el Gobierno y la Corte Suprema por la reforma judicial que impulsa la presidenta Cristina Kirchner.

   «Estamos convencidos de que debemos seguir trabajando con gran empeño para asegurar la plena vigencia de la división de los poderes republicanos en el seno de la democracia», señala un documento de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.

   «Esa democracia que tanto nos ha conseguido conquistar y que hemos de cuidar cada día, y aún necesita seguir madurando y fortaleciéndose», agrega.

   La reforma del poder judicial, que el Ejecutivo llama «democratización de la justicia», sufrió un duro revés el 18 de junio cuando la Corte Suprema declaró inconstitucional una de las leyes aprobadas por el Congreso.

   Kirchner criticó con dureza el fallo, relacionado con la elección por voto popular de los integrantes del Consejo de la Magistratura, encargado de nombrar y remover jueces.  

El documento de la Iglesia se dio a conocer al término de la denominada Semana Social, que reunió en Mar del Plata (300 km al sur) a casi 400 funcionarios y dirigentes políticos, sindicales y sociales del oficialismo y de la oposición.  

«La calidad institucional es el camino seguro para lograr la inclusión social a la que tanto aspiramos», aseguran los obispos en el mensaje.    La actual mandataria y su esposo y antecesor, el fallecido Néstor Kirchner (2003/2007) tuvieron una difícil relación con la Iglesia.

   Sin embargo, tras la elección del exarzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio como Papa, Kirchner fue la primera jefe de Estado recibida en el Vaticano por el Pontífice y las relaciones comenzaron a distenderse..