“Una sociedad funciona de manera sana, eficiente y en consonancia con la justicia cuando establece, refuerza y hace cumplir leyes y ordenanzas que vayan en defensa de la vida”.

Así lo  afirmó ayer el Concilio Evangélico de las Asambleas de Dios al fijar  su posición sobre la posible despenalización del aborto en el Código Penal.

Los reverendos Alejandro Pérez Gerónimo, Superintendente, Carlos Mateo, director ejecutivo, Silverio manuel Bello, vicesuperintendente, Arismendy González, Bresbitero, Dario Mateo, Freddy Martínez y Francia Cornelio, firman un documento del Concilio en el que señalan que se colocan al  muy al lado de quienes plantean que las legislaciones nunca deben justificar el asesinato de un niño.

“Entraríamos por un trayecto inhumano si no defendemos la integridad de nuestros vástagos, de los ancianos, de los enfermos y de los débiles. En lugar de acabar con algo tan sagrado como la vida, las legislaciones y la ciencia deben consagrarse a la defensa de la integridad de la raza humana” , expresan los líderes evangélicos.

Al mismo tiempo calificamos como aborto la terminación del embarazo antes de que el feto haya alcanzado su proceso normal de vida independiente fuera de la matriz.

Alegan que como se trata de un hecho que puede ocurrir de manera voluntaria e involuntaria, dejamos establecido claramente que al que nos oponemos de manera tajante es aquel en el que participa la voluntad humana por el simple hecho de no querer asumir la responsabilidad paterna.

“ Dios dejó establecido que la integrada de la vida es algo sagrado. Todavía sigue en vigencia el mandato de no matarás  al cual nos apegamos fielmente por considerar que en esta orden se establece que el único que tiene derecho a cesar la existencia de un ser humano es el mismo Creador conforme a sus planes y propósitos soberanos”, agregan.

Asimismo sostienen que otorgar por vía legal la potestad a otro ser humano para que acabe con la existencia de otra criatura, constituye la máxima expresión de injusticia contra seres indefensos y que tienen todo el derecho divino para vivir.

Consideran que cada persona es obra especial del Creador, quien fue capaz de enviar a su propio hijo Jesucristo al mundo a morir para dar vida, eterna .