SANTIAGO. La Iglesia Católica considera que la seguridad ciudadana flaquea en la República Dominicana, al afirmar que no solo la noche significa un peligro, sino el día también, porque no hay espacios seguros. Estamos como en la selva, a merced de que cualquier león nos devore.
El planteamiento está contenido en el editorial del semanario Camino que con el título de El colmo, agrega que es un mito la seguridad. Estamos huérfanos. Nos sentimos indefensos, desprotegidos. Aterra salir a la calle.
Sostuvo que escuchar los relatos de víctimas de atracos, robos y crímenes, nos estremece y pone a la gente con la piel de gallina.
El semanario Camino afirmó que ese fantasma de la violencia camina al lado de la gente como una sombra, produciendo estrés y ansiedad al tiempo que destroza la salud.
Es que los delincuentes perdieron el temor. Han ganado tanto espacio que ejecutan sus acciones diabólicas con una frialdad que espanta. Ahí tenemos el caso del contralmirante Ramón Gustavo Betances, inspector general de la Marina de Guerra, atracado el Día de las Madres, mientras visitaba la tumba de su progenitora, en el cementerio Cristo Redentor de Santo Domingo, cita.