Familiares y amigos de la pareja pastoral realizaron un culto en su memoria

En un ambiente de profunda tristeza, pero también de agradecimiento a Dios, los padres, familiares y amigos de la pareja de esposos pastores, Eliza Muñoz y Joel Díaz, quienes fueron acribillados el pasado 30 de marzo de mano de la Policía en Villa Altagracia, realizaron un culto en memoria de ellos.

Al templo Tabernáculo de Adoración asistieron los hermanos en Cristo de los pastores asesinados, y dieron el pésame a Mario Antonio Muñoz y a Eusebio Díaz, padres de Eliza y Joel, respectivamente, quienes entre abundantes lágrimas recibieron el consuelo.

En un proyector fueron reflejadas imágenes de la pareja, que no solo demostraban el amor y la ilusión que sentían por estar juntos, sino también las obras que realizaban a favor de la comunidad.

Durante su participación en el culto, el padre de Eliza agradeció a Dios por darle fuerzas para poder estar de pie bajo sus circunstancias, “que es bastante difícil, pero conforta mi corazón el saber que Dios la eligió para un trabajo. Lo sucedido es algo para que el pueblo de Dios se detenga y diga que todavía tenemos mucho por hacer”.

Igualmente, Muñoz envió un mensaje a los jóvenes de su iglesia para que no detengan la obra de Dios, y les exhortó que “esto sea un comienzo para ustedes, para seguir con más fuerza hacia adelante predicando el evangelio de salvación”.

Mientras que a la familia de los agentes que asesinaron a los pastores, les alentó a que “miren para arriba y pídanle al Señor del cielo que llene su corazón y que los toque”.

Mientras que a pesar de la la tristeza que le arropa por la falta de su hijo, Eusebio reiteró que no siente rencor por los que asesinaron a la pareja pastoral, pero dijo categóricamente que quiere que se haga justicia por el caso y que espera que el resultado de la investigación sea distinto a lo que adujo el director de la Policía, Edward González, de que los agentes confundieron a Eliza y a Joel “con unos delincuentes que habían robado una pasola en Bonao”.

“Sabemos que ese no es el protocolo que se utiliza cuando se roban una pasola y espero que el Presidente de la República nos dé una aclaración concisa y que la gente pueda creer. Quiero que todo quede claro por el honor de nuestros hijos”, acotó Eusebio.

Conmocionado, expresó que su hijo era trabajador y tranquilo, que siempre le hablaba del momento en que lo llevaba a la iglesia durante su niñez y adolescencia. Sostuvo que se siente triste y acongojado “pero como somos gente de fe nos hemos mantenido agarrados de la roca, que es Cristo, y por eso él nos ha ayudado a mantenernos en pie”.

Al culto asistieron el pastor Dío Astacio, enlace de las iglesias evangélicas ante el Poder Ejecutivo, y Soraya Aquino, presidenta del Partido Socialista Cristiano.