POR MARGARITA QUIROZ
SAN CRISTÓBAL.- Uno de los templos religiosos más imponentes del país y que guarda, entre sus paredes, una importante riqueza cultural, lo es la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación de esta ciudad, construida según reseñas, a sugerencia de doña Julia Molina, madre del tirano Rafael Leonidas Trujillo.
Según datos históricos, la iniciativa de su construcción surgió después que un terremoto ocasionara diversos daños al antiguo templo denominado Sagrado Corazón de Jesús.
Una tarde de 1946, aprovechando la presencia de Julia Molina, el padre Nicolás, quien poseía dotes de gran orador, expresó la necesidad de construir un nuevo templo, lo que Doña Julia comunicó de inmediato a su hijo.
Como bien cuenta el historiador sancristobalense Roberto Mojica, Trujillo ordenó al entonces gobernador civil de la provincia, doctor Benjamín Uribe Mancías, la búsqueda de un espacio físico. Éste escogió una propiedad, en ese entonces de la familia Reynoso Machuca, Ramón Díaz y de los hermanos Marcos y Bobolo Nina, a quienes Trujillo compró el terreno. Comprende una extensión de 4.075.71 metros cuadrados y el área de construcción 1.200 metros cuadrados.
Actualmente el templo Nuestra Señora de la Consolación es el principal de San Cristóbal y uno de los más suntuosos del país. Está ubicado en el centro de la ciudad, en la calle Doctor Báez esquina Constitución, específicamente frente al Parque Piedras Vivas, el segundo lugar de esparcimiento en importancia de esta provincia, el cual fue construido en honor a Trujillo con piedras procedentes de diferentes puntos de la geografía nacional, el 28 de febrero de 1944. De ahí su nombre.
Estilo renacentista
La construcción de la parroquia se inició un año después, el 26 de mayo de 1947, y estuvo a cargo del arquitecto Henry Gazón Bona. Ese día la feligresía se dirigió al lugar de construcción y colocó una pequeña caja plástica conteniendo una figura en miniatura del Papa Pío XII, una fotografía de Trujillo, dos pedazos pequeños de aritas representando las banderas de la República Dominicana y de España, monedas dominicanas, españolas y americanas, medallas de las vírgenes de la Altagracia y de Fátima y una copia del acta de bendición.
Según Mojica, la arquitectura, inspirada en el estilo renacentista, está concebida siguiendo el simbolismo de la cruz latina, en la cual se reflejan los principios de la cristiandad.
Aparte de sus tres suntuosos altares y auténtico mobiliario tallado en caoba, este templo exhibe orondo 26 murales del pintor español José Rodrigo Vela Zanetti, que decoran las paredes laterales del interior de la parroquia y narran la vida de Jesús según los Apóstoles.
Cada mural ascendió a un costo de RD$250.000 y los de la cúpula RD$1.200 cada uno.
Esta edificación, levantada en concreto armado, posee tres naves, con bóveda de cañón y arco de medio punto sobre columnas cuadradas separando las naves laterales de la central, la cual es más elevada que las otras.
Dos enormes puertas dan acceso a la cripta o cementerio construido para la familia Trujillo, la cual está conformada por 10 bóvedas. Aquí fue depositado el cadáver del dictador luego de su asesinato la noche del 31 de mayo de 1961. El ataúd en bronce y ensangrentado todavía permanece allí, muy cerca una Bandera Nacional deteriorada y la base de varias coronas florales en metal. Una de ellas reza: De Jaguate a su único Jefe, de sus buenos amigos.
Su campanario era el más moderno del país y fue comprado en Alemania por un valor de US$40.000. Este ofrecía notas electrónicas y melódicos, sonidos que se podían oír a tres millas de distancia.