El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, aclaró ayer que la Iglesia Católica no se opone a que los ministros de otras denominaciones cristianas legalicen matrimonios.

Tras reconocer que el Estado está en derecho de conceder esa facultad a otras iglesias, monseñor De la Rosa y Carpio afirma que solo tratan de aclarar que tal como ha sido concebida la ley traería problemas que quiere evitar antes de que sea aplicada.

En una declaración titulada “Sobre una información del «Listín Diario», el arzobispo de Santiago dice textualmente:

1. En su edición del viernes 23 de julio 2004, en primera plana, el periódico Listín Diario pone este titular: «Episcopado objeta legalicen los matrimonios no católicos»; y en su página quinta este otro: «Obispos definen inconstitucional nupcias celebren los no católicos»;

2. Asombrado por estos titulares, el Secretario General de la Conferencia del Episcopado Dominicano escribió, inmediatamente, una carta a dicho periódico diciéndole que esos titulares no respondían al pensamiento de los Obispos ni en ninguna parte de la carta que se dirigió a la Cámara de Diputados se dice que el Episcopado dominicano objetó la legalización de los matrimonios no católicos ni define tampoco como inconstitucional las nupcias celebradas entre no católicos. Todo lo contrario: nuestra carta afirma que el Estado Dominicano tiene la potestad de conocer esa facultad a grupos o instituciones. Eso no se discute.

Nuestra solicitud en dicha carta consiste en que, antes de que se apruebe dicha ley, se nos escuche, junto a la Comisión jurídica de nuestra Conferencia, compuesta por cualificados juristas de este país, todos ellos laicos, para que la misma sea viable constitucional y jurídicamente. Consideramos que tal y como está redactada traería problemas, incluso con nosotros la Iglesia Católica, cosa que queremos evitar. Preferimos hablar ahora y no después: más vale precaver que tener que remediar.

De modo que nuestro pensar es totalmente distinto al de los titulares del Listín Diario: buscamos «no objetar», sino «facilitar y hacer viable».

3. Valga decir que el Listín Diario no ha publicado ni ha dado a conocer con el despliegue en primera plana y en página interiores a nuestra carta-respuesta como dio a aquellos titulares.

Hago constar que, por respeto a deferencia al Listín Diario, no quisimos enviar nuestra carta-respuesta a otros medios de comunicación, para que esa empresa tuviera ella misma la oportunidad de corregir la distorsión de la información que hizo del pensamiento de los Obispos dominicanos.

4. Para nosotros lo más penoso en este asunto es que, basados en esa falsa información, un grupo de personas e instituciones se han pronunciado «defendiendo la ley» en «contra del Episcopado Dominicano que (según el Listín Diario) objeta legalicen los matrimonios no-católicos».

Sentimos mucho que haya habido periódicos que recibieron en sus páginas esos pronunciamientos y que haya habido comentaristas, columnistas e instituciones que hablaron del tema desde la perspectiva de una información, al parecer manipulada, y no desde nuestra perspectiva.

5. Para reparar, en cuanto fuera posible, el daño hecho por la susodicha información, sostuvimos una reunión con líderes y representantes de las diferentes Confederaciones u Organizaciones de las Congregaciones evangélicas para informarles que nuestra posición no es la que dicen los titulares del Listín Diario, sino todo lo contrario.

Consideramos que dichos líderes y representantes comprendieron claramente nuestra posición y nuestra intención, que no es objetar, sino mejorar; de tal manera que dejamos abiertas las puertas del diálogo, e incluso acordamos que, de ser necesario y de acuerdo a su parecer, podríamos, en una labor conjunta, colaborar, incluyendo a nuestros juristas asesores, para que dicha ley responda plenamente al punto de vista constitucional y jurídico y evite tropiezos en su aplicación.

6. Nuestro país, sumido en grave crisis económica, apagones e Inseguridades, lo que menos necesita ahora son confrontaciones y pérdidas de energías en discusiones, que carecen de fundamento,. De ahí que deseamos vehemente que se evite todo tipo de información que dé pábulo a diatribas estériles.

Nosotros que hemos sido propulsores del diálogo y el consenso, de la búsqueda de la paz y de la armonía entre los dominicanos y los diferentes grupos, ¿Cómo vamos a lanzar en medio de este pueblo atribulado más leña al fuego?

7. Entre tantos dimes y diretes que arropan a la nación y la abruman, ¡cuánto deseé evitar esta nota, amigos del Listín! Porque tenemos buenos amigos en esa editora y periódico. Valoro la amistad, pero más valoro la verdad, que ha de fundamentar, por otra parte, la amistad misma, de acuerdo aquel antiguo dicho: «Amicus Plato, sed magis amica veritas», que, aplicado a la situación presente, se podría traducir así: «Amigos los periodistas, sí, pero más amiga la verdad».