Hoy 
POR FIOR GIL
El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, monseñor Ramón Benito de la Rosa Carpio, dio a conocer ayer las conclusiones de la Quinta Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en la cual la Iglesia reitera la opción por los pobres y excluidos, la familia y la juventud.
El documento denominado De Aparecida está estructurado en tres partes, recogidos en 10 capítulos y unos 554 números y se citan la posición de los obispos que se reunieron el pasado 31 e mayo en Aparecida, Brasil, con la asistencia del Papa Benedicto XVI.
Monseñor de la Rosa Carpio en un resumen entregado a la prensa señala que en la primera parte de las conclusiones la Iglesia plantea tres grandes desafíos que se le presentan que son: La globalización, que por sus grandes aportes hace crecer a los pueblos, pero al mismo tiempo tiene consecuencias negativas como es la pobreza creciente.
Para nosotros esa realidad que es fruto de esa globalización, porque hace énfasis en el mercado y el lucro es lo que predomina sin mirar a las personas.
De la Rosa Carpio afirmó que un segundo desafío lo constituye el secularismo que parte de ideas filosóficas, de un estilo de vida en donde Dios no cuenta y donde se puede prescindir de los valores y está centrado todo lo que es el lucro que incide en los pueblos.
Sobre esa situación nosotros tenemos una religiosidad popular y se encuentra en América Latina una corriente que por una parte nos empuja a una civilización sin Dios y sin valores fijos y ética definida.
Dijo que también se encuentra hoy día en América Latina un pluralismo religioso que abre muchas posibiblidades de expresiones religiosas diferentes a la Iglesia Católica, con el crecimiento de grupos cristianos no católicos. Pero al mismo tiempo hay una búsqueda de lo religioso y de la fe.
El arzobispo metropolitano de Santiago al revelar las conclusiones de Aparecida, dijo que los obispos reiteraron cambiar la opción por el compromiso de la Iglesia en la vida pública de los laicos y laicas, la formación de los discípulos misioneros y las comunidades eclesiales de base así como otras pequeñas comunidades y movimientos.
La segunda parte del documento toca la vida de Jesucristo en sus discípulos hoy: nosotros volvemos a decir que ante las dificultades y oscuridades que tienen tantas gentes afirmamos que tenemos a Jesucristo, a quien definimos como el único camino la verdad y la vida.
Reitera la Iglesia que frente a una cultura de muerte, Jesucristo sigue dando la vida y un camino de verdad y queremos decir que nuestra respuesta al mundo de hoy es una mayor vivencia de lo que nosotros somos.
En un documento entregado a la prensa, monseñor de la Rosa Carpio señala que la opción preferencial por los pobres y excluidos implica una renovación pastoral social, la globalización de la solidaridad y de la justicia internacional frente a tantos rostros sufrientes que muestran en las calles los migrantes, enfermos, adictos dependientes y detenidos de las cárceles.
Al mismo tiempo la Iglesia asume el compromiso por la cultura de la vida y el cuidado del medio ambiente y señala que se hace opción por la familia, por el matrimonio y todos los que la componen; niños adolescentes, jóvenes, ancianos, mujeres y hombres.
