Iglesia y Conep exhortan evitar violencia

Iglesia y Conep exhortan evitar violencia

La Conferencia de Episcopado Dominicano y el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) pidieron ayer que haya comedimiento durante la huelga de dos días que fue convocada desde hoy.

Los obispos pidieron a los fieles y a la ciudadanía que rechacen la violencia y provocación, y que si están de acuerdo con la huelga convocada para hoy que se mantengan en sus casas reflexionando y orando.

En un mensaje los obispos señalan que es comprensible que la gente quiera manifestar su frustración y que quienes convocan y dirigen la huelga deben estar muy atentos para que en modo alguno se vea manchada e ilegitimada por la coacción y la violencia.

Los obispos señalan seis puntos fundamentales en la Carta Pastoral que emitieron con motivo del Día de la Altagracia. Estos se refieren a la situación económica, el problema de los apagones, la progresiva devaluación de la moneda dominicana y el aumento de los precios de los combustibles.

También exponen sus criterios con relación a la huelga convocada para hoy y mañana por la Coordinadora de Unidad y Lucha, sobre la Junta Central Electoral y llaman al gobierno para que concentre toda su energía en procurar de una rápida mejoría de la crisis actual.

Pidieron que la huelga no añada más dolores estériles a los que «ya padecemos. Mostremos al mundo entero nuestra condición de gente civilizada, de gente que sabe protestar con firmeza y con cordura».

Agregan que en las actuales circunstancias no caben en la protesta intereses espúrios grupales o personales, ni ingredientes políticos y muchos menos intenciones desestabilizadoras.

[b]AL GOBIERNO[/b]

Asimismo los obispos expresan que la crisis económica que «nos envuelve» exige del gobierno, con el Presidente de la República a la cabeza, concentrar todas sus energías en una rápida mejoría de la situación.

«Sin demoras debe poner todos los remedios necesarios para la estabilidad de la tasa cambiaria y de los precios. Debe lograr rápidamente un ajuste fiscal serio y duradero que genere superávit y reducir drásticamente el gasto público corriente, sin permitir erogaciones del erario para fines políticos partidistas o a obras no necesarias o postergables», sugieren.

Asimismo plantean la necesidad de crear un programa monetario con niveles máximos de creación de crédito, consistente con los objetivos fiscales.

Hicieron un llamado a los economistas para que, olvidándose de sus filiaciones partidistas, empleen todos sus conocimientos, su inteligencia y destreza mental en la solución de nuestros problemas económicos.

Pidieron que tomen las experiencias de otras naciones que han sufrido similares crisis y han salido airosas y sugiere que en ven de enfrentarse unos a otros, se pongan primero de acuerdo y ofrezcan después las soluciones consensuadas. «Cuenten con su ayuda incondicional las autoridades monetarias».

Dijeron que seria muy oportuno y prudente escuchar la voz de la banca privada y al sector industrial.

[b]REPUDIO NACIONAL[/b]

Los obispos dijeron que merece el repudio nacional la práctica corrupta de exigir u ofrecer a los legisladores jugosas cantidades de dinero para aprobar leyes o para corromper a jueces o tenerlos de su parte, sobre todo si se trata de la Junta Central Electoral (JCE), organismo que señalan, debe resplandecer por su integridad e independencia.

Señalaron que el pueblo percibe cierta desconfianza respecto a su imparcialidad, sobre el padrón electoral, sobre los colegios electorales y el Centro de Cómputos y sobre el excesivo número de medios de comunicación social en manos del Estado.

Agregaron que es deber de la JCE disipar toda clase de dudas a base de integridad, transparencia, eficiencia y responsabilidad, en la preparación del proceso electoral. «Los ojos de la Nación están fijos en ella. Está en juego su honra y ante el mundo entero el honor y nombre de la Patria», plantearon.

Los obispos dijeron que estarán junto a todas sus comunidades en una campaña de oración pidiendo al «Señor que su amor, su luz y su fortaleza inunde el corazón y la mente de todos los dominicanos y dominicanas”.

El mensaje lo firman el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, presidente de la Conferencia del Episcopado; monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, Arzobispo Metropolitano de Santiago, y los obispos eméritos Roque Adames, Juan Antonio Flores, Juan Felix Pepén, Fabio Mamerto Rivas y Francisco José Arnaiz.

También los obispos Juan María de Jesús Moya, Tomas Gerónimo Abreu, José Dolores Grullón, Antonio Camilo, Amancio Escapa, Pablo Cedano, Nicanor Peña, Francisco Ozoria, Freddy Bretón, Rafael Felipe Núñez, Diómedes Espinal y Ramón Benito Ángeles Fernández, secretario general del Episcopado Dominicano.

[b]EL CONEP[/b]

El Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) dijo ayer que los ciudadanos tienen derecho a reclamar que se corrijan los problemas que le deterioran la calidad de vida y los empobrecen, pero pidió prudencia a la población y a las autoridades para evitar los excesos durante la huelga de hoy y mañana.

Dijo, además, que a todos los dominicanos les preocupa la situación que predomina actualmente en la sociedad, por la descomposición social, política y económica que se vive, el deterioro de la calidad de vida, el empobrecimiento de la población, las apetencias y ambiciones políticas desmedidas y la flagrante corrupción y los continuos intentos al desconocimiento de las leyes y la Constitución.

«Los ciudadanos tenemos el derecho a reclamar y a protestar por una mayor confianza en nuestros líderes políticos, a reclamar la mayor institucionalidad en los pilares de nuestra añorada democracia, los partidos políticos», añade el CONEP.

Sostiene que los ciudadanos tienen el derecho y el deber de exigir que se antepongan los intereses comunes a los particulares.

Manifiesta que «como nación, tenemos el derecho a exigir una moneda estable y con ella, una inflación que permita mantener el poder adquisitivo de nuestra moneda y que nos permita preservar el valor de nuestros ahorros».

No obstante, aclara que se debe tener la responsabilidad y obligación de mantener la paz y nunca provocar violencia.

«Si ha de haber una huelga, ésta tiene que ser pacífica. Repudiemos a todo aquel que traiga violencia. Y si alguien quiere que haya violencia, respondamos la violencia con paz y con sólo paz», expresa.

Agrega que responder a la violencia con mayor violencia desacredita a todos y daña el futuro y la confianza en la República Dominicana.

«Exhortamos a la población a ser prudente y rogamos a nuestras autoridades del orden público, evitar excesos innecesarios que pudieran ocasionar mayor violencia y pérdida de vidas inocentes», pidió el CONEP.

Confía en que la reanudación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el desembolso de recursos frescos de los organismos financieros multilaterales, la cooperación de los gobiernos amigos y la disciplina fiscal, contribuirán a que la economía dominicana retome al sendero de la estabilidad.

También confía en que se puedan completar las reformas económicas y sociales necesarias y que hagan posible que el país vuelva a crecer y a aumentar la prosperidad de todos.

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