Las iglesias Católica y Evangélica, y la Junta Central Electoral (JCE), llamaron ayer al liderato político  a respetar el “Pacto de Civilidad” firmado por ellos, y a evitar pronunciamientos que puedan exacerbar los ánimos en este último tramo de la campaña electoral.

También les piden hacer valer su autoridad para impedir que los militantes y activistas porten armas de fuego e ingieran bebidas alcohólicas durante las manifestaciones.

En un documento que firman el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, monseñor Agripino Núñez Collado, representantes de la Iglesia Católica; Fidel Lorenzo Merán, presidente de la Conferencia Dominicana de Unidad Evangélica (Codue), y el presidente de la JCE, Roberto Rosario, hacen hincapié en  la necesidad de crear las condiciones que posibiliten una sociedad “más equitativa”.

El peligro acecha.  Señalan que aunque  la campaña se ha desarrollado de manera pacífica no obstante el lenguaje “subido de tono”, se han presentado hechos y situaciones con matices de violencia que de no ser atendidos oportunamente afectarían la buena culminación del proceso electoral al final de la campaña.

Lo que preocupa. Afirman que generan preocupaciones algunos pronunciamientos que no se corresponden con la actitud exhibida por la población y que podrían exacerbar los ánimos en el momento en que se requiere mayor cordura y tranquilidad de espíritu, que es el comportamiento que se espera del liderato político nacional, de respeto y respaldo a la voluntad que  exprese el pueblo en este certamen electoral.

“En la cercanía del día de la votación y escrutinio de la voluntad popular es preciso una reflexión colectiva orientada a tomar conciencia de que el 20 de mayo la ciudadanía decidirá cuál de los candidatos será el presidente para los próximos cuatro años y, de ellos, solo puede haber un ganador”, subraya el documento leído por Rosario en presencia de Núñez Collado que fue convocado al despacho del presidente de la JCE con esos fines.