Ignacio Alcántara: Gran Premio 23 Bienal Nacional de Artes Visuales

Ignacio Alcántara: Gran Premio 23 Bienal Nacional de Artes Visuales

POR CLARA SILVESTRE
Sus próximos pasos se encaminan hacia el cine experimental, en un interés de realizar, de ser posible, la primera película con animación. Pero, entiende que si otra persona puede hacerlo primero, lo felicitaría sinceramente, ya que considera que hay que dejar atrás esa mentalidad de gurú que muchas personas tienen, y comprender que son cosas que están ahí para todo el que pueda y tenga la capacidad de hacerlo.

Así se expresa Ignacio Alcántara, un joven artista no tan conocido en los medios de comunicación, pero que al recibir el Gran Premio en la 23 Bienal Nacional de Artes Visuales se lanzó a la palestra pública y casi sin darse cuenta, ya que participó en ella sin pensar que ganaría, a pesar de reconocer que siempre que se hace un trabajo se espera reconocimiento.

Alcántara es artista plástico. Nació en Santo Domingo, estudió en Bellas Artes, luego en la Escuela de Chavón y más tarde en la Parson´s School of Design de Nueva York. Desde entonces se fue concentrando en el video y la animación hasta convertirse en el modo de expresión que en la actualidad viene utilizando. En el 2002 presentó sus primeros experimentos de videos, en una exposición que realizó en el Centro Cultural Hispánico, donde también incluyó pintura, pero destaca que desde entonces ha ido evolucionando y experimentando con mayores formas de expresión.

Se enteró que había ganado cuando recibió la llamada de un amigo para felicitarlo. “Tuve que sentarme para asimilarlo. Cuando me llama mi amigo Polibio Díaz y me dice felicidades, sencillamente le pregunto el porqué, y cuando me informa que gané el premio, le dije: “No relajes con ese tipo de cosa, llámame en cinco minutos, que me voy a sentar tranquilo”. Realmente no podía creerlo. Estaba hablando con mi novia, quien llamó al museo y no se pudo comunicar, luego enseguida me volvió a llamar y asimismo otras personas”.

A su juicio resulta interesante primero que sea un artista muy joven, desconocido para muchos, porque es algo que no suele pasar en las bienales, donde casi siempre se premia un trabajo más reconocido, de quienes tienen más trayectoria. Llevaba años hablando sobre este tema con amigos, comenzando proyectos que luego se caían, ahora le llegó el momento de sencillamente expresarse.

“Soy pintor y la pintura es un modo de expresión que me identifica, pero la gente está muy aferrada a la pintura por ser un objeto que puede vender, comercializar y con el que puede sobrevivir más fácilmente, pero lo que es video arte, performance, todavía no son explorados aquí, porque ni siquiera sabemos como se sobrevive con ello y convertirlo en una forma de expresión válida y reconocida por todos los medios. Pero estamos dando los primeros pasos y eso es muy interesante”.

Al preguntarle lo que encuentra en ese modo de expresión, responde: “Es una forma que me permite combinar cosas que desde niño llevo dentro y que sólo con la pintura no podía. Con ella tengo imagen y color, y en el video puedo tener esas cosas, además de contraste, tiempo y sonido. Entonces, ahí puedo exponer cosas de las inquietudes musicales que me acompañan desde niño, también de la narrativa, ya que siempre hacia cómics y me inventaba personajes. Es que siempre tuve esa inquietud por otras formas de expresión como son la animación y los cómics”.

El trabajo ganador

Se trata de un tres en uno: “Ni aquí ni allá”, “Miedo” y “Ñaque”. Para los que se pregunten que quiere decir Ñaque, se trata del apodo que su padre le puso desde pequeño, de ahí que esta animación trate de una retrospectiva y reflexión de su niñez y juguetes que fabricaba, y con los cuales construyó su propio mundo.

Resulta que ese apodo le resultó ser un trauma, por el hecho de que le decían lo primero que venía a la mente: Naqui, Ñique, Ñeque, y cada vez que iba a un lugar tenía que pasar por eso, hasta que cambió de escuela y entonces decidió que ya no sería Ñaque, y cuando le preguntarán ¿cómo te llamas?, su respuesta sería Ignacio.

Es así que el video titulado “Ñaque” trata la historia de su vida en Nueva York, “y mucho de cómo al principio te sientes un poquito aislado, con una situación tan diferente a la cultura en donde te criaste. Allí, donde cada vez el individuo es menos importante, sino la masa, todo es en masa. Te montas en un tren y cada quien está en su propio mundo, y de repente te sientes tan solo. De ahí es que parte esa historia”.

En “Ni aquí ni allᔠse refiere al cambio constante que ha experimentado en los últimos años, que cuando está en Nueva York en sus sueños se encuentra aquí y cuando está aquí, sueña que de repente está en una calle allá. Los considera sueños muy misteriosos, porque son muy reales y a veces son combinaciones de las dos cosas, que a su juicio tienen un trasfondo cultural.

Por último, “Miedo” es el desarrollo de esa idea, de lo que está pasando con nosotros como cultura. En el mismo aparece una isla al revés que se va tintando de negro de oeste a este, tratando de expresar simbólicamente la emigración haitiana que cada vez nos está arropando más, además de que entiende que nos estamos yendo en masa.

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