Ignacio Espinal y Pablito Jiménez fueron dos gigantes en el peso mosca

Ignacio Espinal y Pablito Jiménez fueron dos gigantes en el peso mosca

POR CARLOS NINA GóMEZ
Ignacio Espinal y Pablito Jiménez, ¡dos gigantes del peso mosca!.  Sí, estos boxeadores dominicanos, aunque no tuvieron la «dicha» de coronarse campeones mundiales, enseñaron eficiencia técnica y dignidad patriótica las veces que compitieron en cuadriláteros internacionales.

Como ya se ha expuesto, el boxeo profesional de República Dominicana -con la ganancia, hasta el momento, de 13 coronas mundiales-, ocupa un lugar de respetable importancia a nivel del pugilismo internacional.

Un sitio de más respeto -y estelaridad- que muchos países que en los segmentos económico, cultural, académico y social, están muy por encima de esta media isla.

Los periodistas especializados en deportes, aquellos que laboraron a tiempo completo en las décadas de los 50, 60 y 70, son testigos de que los citados pugilistas criollos tenían las necesarias «herramientas» para adueñarse de sendos títulos del mundo.

El escritor de esta serie de trabajo, que está muy distante -en término de vivencias deportivas- de los veteranos cronistas especializados en deportes que escribían en los periódicos y comentaban por la radio de aquellos tiempos sobre la calidad del boxeo local y de paga, tambiém valora, en su justa dimensión, la capacidad de los peleadores de los años 50, 60 y 70, fundamentalmente.

Periodistas de la experiencia -y capacidad informativa- como Félix Acosta Núñez, Max Reynoso, Max Alvarez, Mario Alvarez Dugan, George Borunigal, entre otros, resaltaron, con su pluma y verbo (radial) a calidad del llamado «boxeo añejo».

Ignacio Espinal y Pablito Jiménez, quienes siempre -en el boxeo de paga- contendieron en la categoría mosca (112 libras), formaron parte muy singular del selecto grupo de estelares boxadores criollos de las referidas décadas.

Claro, Ignacio y Pablito, según el consenso de la prensa deportiva nacional, llegaron al ruedo boxístico muchachos…ellos eran bastante jóvenes cuando corrían los años 60 y 70.

A pesar de su juventud -¡oh juventud, divino tesorero- escribieron páginas doradas para la historia del boxeo profesional de República Dominicana.

IGNACIO ESPINAL

Este talentoso boxeador dominicano, oriundo de Santiago de los Caballeros, estuvo a «un tris» de ser campeón del mundo.

Y si hoy no figura en la lista de los campeones del mundo que registra la historia del boxeo pagado de esta media isla, se debe, sencillamente, a que no tuvo un sagaz y buen negociador apoderado.

No contó con un eficiente estratega en lo que concierne al trabajo que debe realizarse para conducir por el camino del éxito a un boxeador.

Espinal, con todas las condiciones para capturar un cetro mundial, «se quedó en el camino».

En 1975, cuando enfrentó -en pelea pactada a diez asaltos- al estelarísimo púgil mexicano Miguel Canto, pudo haber ganado la corona.

Pero en esa pelea Canto, quien era el campeón mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), no puso en disputa su cinturón…la pelea, que en la práctica fue ganada por el quisqueyano, tuvo un resultado empate. Claro, una decisión localista para proteger al mexicano.

Francisco Moreno, un viejo manejador de boxeadores, era el apoderado de Espinal…Moreno fue duramente criticado por haber firmado un combate de su pupilo con Canto, pero sin estar en juego la faja del monarca azteca.

Los jueces declararon tablas la pelea Espinal-Canto, aunque el consenso de los periodistas da cuenta de que el quisqueyano fue el auténtico ganador.

En medio del combate -este es un dato que no miente- Espinal fue atacado por fanáticos mexicanos con el lanzamiento de objetos y puñados de tierras. También, en medio de la batalla, se produjo un apagón. Y con todo eso, según el testimonio de periodistas, el quisqueyano fue el real ganador.

Tras aquel combate, se pactó una segunda pelea. En este segundo match, Canto -considerado por este redactor como el mejor mosca del mundo, y así figura en el libro «Los Diez Mejores en la Historia del Boxeo», cuya autoría es de quien escribe estos trabajos- puso en juego su corona, pues así lo había exigido el CMB.

La historia, en contra de Espinal, es harto-conocida: En el segundo combate, que también fue montado en México, Canto derrotó por amplia decisión al criollo.

Canto realizó una extraordinaria preparación en el gimnasio porque estaba consciente que iba a enfrentar de nuevo a un rival de excepcionales condiciones

Espinal, aunque tenía la suficiente calidad para derrotar al mexicano, sufrió una amarga derrota.

Fue la única oportunidad que tuvo Ignacio para conquistar una corona mundial…y esa oportunidad no supo aprovecharla. Canto, esta vez, ganó limpiamente la pelea y retuvo su título de las 112 libras.

Espinal, quien residió en México por más de una década, tuvo un desempeño -en sentido general- bueno.

Algunos expertos lo colocan entre los tres mejores púgiles en la historia del boxeo profesional de República Dominicana.

En la actualidad Ignacio vive en Santiago junto a su familia…lleva una vida modesta y es inmortal del Deporte Dominicano. Recibe una pensión del Estado.

Pablito Jiménez, ¡magnífico!

Fanáticos del boxeo de estos tiempos no conoció -y mucho menos vio en los cuadriláteros- a un pequeño púgil dominicano de nombre Pablo Jiménez (Pablito).

Pablito Jiménez, quien falleció hace varios años, peleaba a la zurda y poseía un golpe en recto que llegaba, con frecuencia, al rostro de sus rivales y siempre, cuando subía al ring, sus admiradores pensaban en la victoria.

Los fanáticos de aquellos tiempos, que le vieron pelear, lo sitúan en un lugar «muy especial».

Sin embargo, la vida «licenciosa» que llevó Pablito Jiménez constituyó -según el testimonio de veteranos cronistas deportivos dominicanos- su principal enemigo.

Pero, agregan, era tan estelar que ¡hasta borracho iba al ring con la suficiente capacidad para disponer de sus rivales!.

Una de las demostraciones más finas, en cuanto a técnica y eficiencia física, ofrecida por Pablito Jiménez fue la que realizó en 1973, en un combate que protagonizó con el estelarísimo peleador mexicano Miguel Canto.

Canto, quien ya despuntaba como una súper estrella del boxeo hispano, fue vapuleado en diez asaltos por Pablito…tan vapuleado que Canto besó la lona en tres ocasiones.

Empero, la pelea, que se montó en la tierra de Canto (Mérica, Yucatán), fue declarada «empate».

Canto, frente a Ignacio Espinal -en el primer combate de éstos- y a Pablito Jiménez, tuvo sus peores desempeños, pero recibió -para no figurar con fracasos en su expediente profesional- el favor de los jueces.

Expertos locales, que vieron boxear a Pablito Jiménez en las décadas de los 60 y 70 -y entre esos expertos se cita a José Antonio Salcedo, quien hasta hace algunos años trabajó como juez-árbitro- dicen que «Pablito Jiménez ha sido el mejor peso mosca dominicano».

En junio de 1974, en el Palacio de los Deportes de Santo Domingo, Jiménez y Espinal celebraron un fiero combate a 12 rounds -por la corona nacional mosca- que mantuvo de pie a los más de 10,000 fanáticos que asistieron a la «Media Naranja» del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.

Jiménez perdió aquella histórica pelea. Pero se resalta que tenía de frente a un peso mosca que pegaba como un pluma y, además, se caracterizaba por ser un atleta de alta disciplina. En aquel pleito Jiménez fue al piso producto de un derechazo -en recto- de Ignacio Espinal.

El criterio que tienen los expertos es que, pese a caer ante Espinal, Pablito Jiménez es considerado como el más capacitado peso mosca en la historia del boxeo profesional del país.

También los expertos afirman, sin tapujos, que tanto Espinal como Jiménez, en estos tiempos, hubieran sido ¡campeones mundiales de la categoría mosca!.

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