Ignacio Ramonet ve futuro esperanzador en la industria periodística; fustiga las redes sociales

Ignacio Ramonet ve futuro esperanzador en la industria periodística; fustiga las redes sociales

Ignacio Ramonet. Hoy/Arismendy Lora 30/4/19

Cuando Ignacio Ramonet pisó la redacción de HOY no lo hizo solo. Le acompañaba ese halo de seguridad de quien tiene tal nivel de conocimiento del periodismo y el mundo que es referencia internacional.
Es tanto así, que el pesimismo e incertidumbre que actualmente albergan miembros locales en la industria periodística no encuentran concierto en él, figura de corte mundial gracias, primero, a entrevistas y libros sobre personajes tan relevantes como Fidel Castro y, luego, por su comprensión de la profesión y sus cambios.
Él, por el contrario, está más que optimista y entiende pronto estaremos celebrando el renacimiento de esta profesión. ¿A qué obedece su buen ánimo? A que observa cómo los periódicos inteligentes se adaptaron, reconvirtieron, crearon sus páginas web y redes sociales, llegando a lograr suscripciones en sus ediciones digitales.
“Esta llegada masiva de suscriptores ha aportado recursos económicos muy importantes a los periódicos, ha salvado periódicos y les ha dado, desde hace dos o tres años, una salud económica como no conocíamos hace mucho tiempo”, asegura.
Esto no significa que la prensa de papel esté salvada, aclara, porque muy poca gente la lee y cada vez la leen menos, pero indica que como los periódicos se han reconvertido, el papel no tiene más lectores, pero sí sus ediciones digitales.
«El papel es para aquellos que quieren leer papel, a sabiendas de que si tienen esa costumbre y placer, le saldrá más caro porque el papel, la tinta, las máquinas, las rotativas y su mantenimiento están cada vez más caros. Si quiere leer la información a precio normal, léala en el digital, si la quiere leer en papel, entonces pague ese lujo», dice el laureado periodista.
Celebramos su optimismo, pero le contextualizamos que todavía el público dominicano no está acostumbrado a pagar por información en internet, donde se entiende “todo debe ser gratis”.
Él responde que la calidad de la información es la clave: desarrollo, análisis, completar lo que la gente recibe por Twitter o por Facebook, porque eso no les da para comprender los hechos, necesitan más.
«Ahí es que el medio debe sacar a sus grandes periodistas, a sus grandes analistas, y poner en servicio todo lo que hemos aprendido de la profesión. Y por otra parte decirle al lector: Usted quiere la base de la información, yo se la doy gratuita. Usted quiere entender, ser un ciudadano más desarrollado, más culto ,eso se lo doy y a precios muy módicos. Y lo que ha sucedido es que la gente está dispuesta a pagar», afirma con mucha seguridad, basándose en la experiencia de medios como el New York Times y Le Monde.

 

El buen periodismo requiere buenos periodistas, ¡Los mejores!
Análisis, análisis y análisis. Esta es la clave que Ramonet entiende conecta con la calidad y la oferta diferenciada y digna de pago en el periodismo digital.
Ahora bien, es enfático en algo: el equipo de periodistas debe ser bueno y de primera. De hecho, los desafíos de la industria los concibe sin mucha novedad: tener a los mejores periodistas, eso significa que sepan escribir, porque el principal capital de un periódico es su plantilla de periodistas.
«La información no puede ser de cualquier manera, quizás no sea una ciencia pero no puede ser de cualquier manera. Hay que verificar los hechos, verificar las declaraciones. Hay que garantizarle al lector que se le está dando una información contrastada. El lector no quiere fraudes. No quiere que le estén vendiendo una información que es totalmente falsa. No quiere perder tiempo», expresa Ramonet.
Concibe como un error que el medio crea que la información le llegará porque se ha suscrito a cuatro agencias (que advierte están desapareciendo porque ya no tienen clientela), cuando lo mejor que tiene es su plantilla bien formada, capaz de analizar y que sabe escribir.
En relación a la jerarquía de medios, Ramonet explica que hoy día el medio dominante son las redes sociales, desplazando la televisión y dando la pauta. Esto, indica, tiene la ventaja de la información recíproca, pero, al mismo tiempo, ve en ella mucha irresponsabilidad, tanto así que entiende éstas son más peligrosas que los medios tradicionales porque en ellas hay más mentiras y flujos de activistas extremistas, racistas, antisemitas, que se han metido a las redes y que difunden puro veneno.
«Con la democratización de las redes no estamos teniendo un mundo ideal de la información y tenemos que ser muy, muy, muy precavidos con respecto a la información que nos llega por las redes», indica.
Ante esta amenaza, entiende que la prensa y su rol de contrapeso y de cuarto poder recobran vigencia y salvaguardan la democracia.
«Las redes son un enorme progreso porque nos están permitiendo informarnos recíprocamente, pero eso solo puede funcionar con mucha ética, con mucha deontología, y finalmente la profesión que ha sido formada para informar con deontología y con ética son los propios periodistas. Entonces los ciudadanos tienen que seguir haciendo confianza en los periodistas. Y la historia demuestra que los malos periodistas y los malos periódicos terminan devaluados», señala.
«El público no es bobo. Nadie quiere comprar mentiras. Nadie quiere comprar fraudes. Y lo mejor es que cada día hay más y mejores ciudadanos que están comprando la buena información”, concluye.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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