En ocasión del cobarde asesinato del presentador de televisión Claudio Nasco, el periodista José Rafael Sosa se quejó públicamente por la forma grosera como trataron el caso numerosos lectores de diarios digitales que acceden, libremente, a la sección de comentarios de dichas publicaciones. Los medios que permiten esto generalmente hacen la advertencia de que no son responsables de los conceptos que puedan expresarse en los mismos, a la vez que exhortan a sus lectores a ser comedidos en sus expresiones. También advierten que en caso de difamación podrían entregar a las autoridades el IP de la computadora desde la cual fue enviado el mensaje, con fines de ubicar al autor del mismo, ignorando los ciber café y otros centros de alquiler de ordenadores. Lamentablemente, no estamos preparados para el libre uso de los medios de comunicación porque, a la primera oportunidad, decenas de personas que tienen el morbo, el mal gusto, la grosería y la difamación como normas de vida, dan riendas sueltas a sus bajos instintos.Son tantos los casos que no vale la pena numerarlos. Por esos medios se ultraja a cualquier persona o familia, sin importar las circunstancias por las que atraviesan, es decir sin respetar el dolor ajeno, como en el caso señalado.

Y lo hacen porque saben que difícilmente alguien se disponga a perseguirlos para someterlos a la justicia, debido a que se difunde más el agravio, y a lo incómodo y costoso del proceso, por lo que pienso que los directores de estos periódicos digitales deben filtrar el contenido de las opiniones de sus lectores para adecentar sus medios y no hacerse cómplices de tantas barbaridades.