A pesar de las cifras ofrecidas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres, en República Dominicana, que revelan que en las mujeres se observan los mayores logros educativos, lo que las pone en ventaja respecto a los hombres, no sólo en la educación primaria, también en la secundaria y en la superior», es mucho lo que se puede cuestionar cuando se verifica que la mayor parte los cargos públicos son ocupados por hombres.
Aunque, según explica la entidad, la preparación académica que han logrado las mujeres ha permitido a las féminas ir ganando espacio en el mercado laboral y en la representación política, aunque no en la dimensión esperada.
De ese modo lo establece la organización internacional al citar el Informe de Seguimiento de los Objetivos del Milenio 2010. Y es que la igualdad de condiciones y oportunidades entre mujeres y hombres, todavía es una materia pendiente en República Dominicana.
Video cortesía de CEPAL.
Agrega que el empoderamiento político de la mujer, medido sólo por la proporción de escaños en la Cámara de Diputados, es similar en República Dominicana al de América Latina (22%) y está ligeramente por debajo de la proporción media de las regiones desarrolladas (23%).
En ese sentido, la apreciación que tiene la ministra de la Mujer, Alejandrina Germán, acerca de este aspecto, es que » las diferencias entre hombres y mujeres obedecen a desigualdades sociales, económicas, políticas y culturales, por lo que para construir relaciones de igualdad y equidad, entre hombres y mujeres, es necesario emprender acciones permanentes que impacten toda estructura de la sociedad dominicana».
Afirma que para esto es necesario procurar la construcción de un nuevo sistema de valores, coherente con el respeto a la igualdad entre los seres humanos independientemente del género.
Sin embargo, en República Dominicana, como en el resto de América Latina, la inserción de las mujeres en puestos de mando es mínima.
De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) para lograr una verdadera igualdad de género se deben asegurar la autonomía física, económica y en la toma de decisiones de las mujeres.
«El principal obstáculo que limita la participación laboral de las mujeres, en igualdad de condiciones que los hombres, es la carga de cuidado de personas dependientes que recae mayoritariamente sobre ellas», dijo la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, en declaraciones dadas mientras participaba en el evento denominado Las mujeres en el poder y en la toma de decisiones: construyendo un mundo diferente, organizado por el Gobierno de Chile en colaboración con ONU Mujeres.
Y este reclamo no está aislado del reclamo de las mujeres que residen en República Dominicana. Para Sergia Galván, presidenta de la Colectiva Mujer y Salud, en el país existe igualdad formal pero no igualdad real.
«El artículo 39 de la Constitución establece la igualdad, pero en la práctica existe una gran desigualdad entre los hombres y las mujeres que se expresa en los ámbitos político, económico, social y jurídico», afirma.
Para Galván, es importante redoblar los esfuerzos para reducir el impacto de la pobreza en la vida de las mujeres y superar las brechas en el desempleo femenino.
«Se requiere por parte del Estado una gran inversión pública para la igualdad», afirma Sergia Galván, quien explica que en el país se debe pasar de las palabras a los hechos para lograr que las mujeres puedan igualar a los hombres al ocupar puestos de toma de decisiones.
Galván considera que a pesar de la existencia de las leyes de cuotas y de la incuestionable participación de las mujeres en las bases de los partidos, en las comunidades y su demostrada capacidad en la gestión pública, todavía la participación de las mujeres en los espacios de toma de decisión y de poder político, sigue teniendo profundos rezagos.
Pero, ¿qué dice la Constitución al respecto? De acuerdo a la Carta Magna, «todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las instituciones, autoridades y demás personas y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de género, color, edad, discapacidad, nacionalidad, vínculos familiares, lengua, religión, opinión política o filosófica, condición social o personal».
Manifiesta que el Estado debe promover las condiciones jurídicas y administrativas para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas para prevenir y combatir la discriminación, la marginalidad, la vulnerabilidad y la exclusión.
En el mismo artículo 39, numeral nueve, explica que la mujer y el hombre son iguales ante la ley.
«Se prohíbe cualquier acto que tenga como objetivo o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad de los derechos fundamentales de mujeres y hombres», señala la ley de leyes.
Además, precisa que se promoverán las medidas necesarias para garantizar la erradicación de las desigualdades y la discriminación de género.
Con respecto a la participación política de las mujeres, afirma que el Estado debe promover y garantizar la participación equilibrada de mujeres y hombres en las candidaturas a los cargos de elección popular para las instancias de dirección y decisión en el ámbito público, en la administración de justicia y en los organismos de control del Estado.
Sin embargo, la realidad es otra y las estadísticas pueden ayudar a entender por qué. La cifra ofrecida por ONU Mujeres, en República Dominicana, con la que explica que el empoderamiento político de la mujer, medido sólo por la proporciones de representación en la Cámara de Diputados, es similar en República Dominicana al de América Latina (22%), da una idea de cómo anda el país en materia de igualdad de género.