«Ike» causa siete muertos en Cuba,  autoridades acusan a fallecidos por no cumplir las reglas

«Ike» causa siete muertos en Cuba,  autoridades acusan a fallecidos por no cumplir las reglas

  La Habana,  (EFE).- El huracán «Ike» causó siete muertes en Cuba esta semana, informó la Defensa Civil, que culpa a los fallecidos de su deceso por no acatar las instrucciones de las autoridades, según un comunicado divulgado hoy por medios informativos oficiales.

   El boletín afirma que «la pérdida de las siete vidas humanas al paso del reciente huracán, en lo esencial, no fue solo consecuencia directa de los efectos de ‘Ike’, sino de la falta de observancia estricta de las medidas orientadas por el sistema de la Defensa Civil; así lo confirman, en cada caso, las causas que concurrieron en esos fatales desenlaces».

   El Estado Mayor de la Defensa Civil, comandada por militares, afirma que ha sido «gigantesco» en estos días «el esfuerzo de la revolución para preservar las vidas humanas frente al devastador huracán».

   «La cifra de más de 2,5 millones de personas protegidas y el empleo de cerca de diez mil medios de transporte, sin que se reportara un accidente, es una muestra de la disciplina ejemplar de nuestro pueblo y de la eficacia de las medidas adoptadas, aun cuando éstas entrañaron retos y riesgos para su ejecución», agrega el comunicado.

   La Defensa civil relata que Pascual Villafaña, de 35 años, residente en la ciudad de Camagüey, murió porque «decidió en horas avanzadas de la noche abandonar la casa de un familiar donde se encontraba protegido y retornar a su vivienda, que no reunía condiciones para su seguridad».

   «En ese instante se produjo la caída del árbol que hizo colapsar una pared que le cayó encima», dice el boletín.

   De Carmelina Diéguez, de 74 años, de la provincia de Holguín, afirma que «vivía en una casa muy vulnerable y se negó a evacuar a un lugar seguro a pesar de la insistencia de las autoridades locales, que trataron de persuadirla del peligro de su permanencia en el lugar».

   «El efecto de los vientos derrumbó la vivienda y ocasionó su fallecimiento», añade la Defensa Civil.

   Antonio Mendoza, de 55 años, de la provincia de Santiago de Cuba, abandonó la casa del vecino en la que estaba protegido, a pesar de que «fue advertido por los presentes sobre la imprudencia que cometía».

   «No obedeció a los llamados hechos y se arrojó hacia un arroyo crecido, lo cual le ocasionó una asfixia por inmersión», anota el comunicado.

   Pedro Corso, de 76 años, y Ángel Sánchez, de 35, de la provincia de Villa Clara, murieron al «desmontar su antena doméstica» cuando no estaba amenazada por el huracán.

   «La causa estuvo determinada por la caída de la antena sobre el tendido eléctrico, ocasionando la electrocución inmediata de ambos», detalla la Defensa Civil.

   Pedro Pablo González, de 55 años, «resultó atrapado bajo los escombros al producirse un derrumbe en un viejo edificio de tres pisos» en el centro de La Habana.

   «En la investigación preliminar sobre las causas de este hecho se conoció que González Cervantes y su familia fueron evacuados oportunamente, y sin esperar la autorización correspondiente regresaron al edificio que habitaban, donde se produjo posteriormente este lamentable accidente», explica el boletín.

   Carlos Velázquez, de 53 años, residente en la provincia de Las Tunas y miembro de una comisión de evacuación, al terminar su labor el domingo «se dirigió a su casa a descansar, puso una almohada y se acostó debajo de la cama, donde se quedó dormido».

   «Al producirse los fuertes vientos, la pared que se construía en los altos de la casa de su vecino le cayó encima, causándole la muerte», precisa el informe oficial.

   «Las causas de los hechos lamentables hasta aquí descritos ejemplifican la necesidad de cumplir disciplinadamente las medidas que de manera reiterada establece la Defensa Civil con el objetivo de evitar estas dolorosas pérdidas humanas y el luto familiar a que conducen».

   El Gobierno cubano ha recurrido a todas sus reservas, incluidas las militares, para atender a los millones de habitantes de la isla damnificados por el paso de los huracanes «Ike» y «Gustav», pero no son suficientes.

   Es «imposible resolver la magnitud de la catástrofe con los recursos disponibles», señala el diario Granma, órgano del Comité Central del gobernante Partido Comunista.

   Según cifras preliminares, el huracán «Ike» dejó en Cuba, aparte de los siete muertos, un saldo de veinte heridos y más de 200.000 viviendas dañadas o afectadas, 30.000 de ellas destruidas totalmente, así como decenas de miles de hectáreas de cultivo arrasadas y graves destrozos en infraestructuras.

   Diez días antes del paso de «Ike», el huracán «Gustav» destruyó total o parcialmente 140.000 viviendas, redes telefónicas y eléctricas, edificios de servicios públicos y miles de hectáreas de siembras.

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