Imagen y descrédito

Imagen y descrédito

Desde el contexto del pragmatismo, la imagen pública es la percepción que se forman los individuos, ya sea en su rol como ciudadanos, clientes, consumidores, activistas o fanáticos, a partir de lo que éstoshan visto, sentido, vivido y escuchado acerca de un determinado país, una empresa, una institución, una marca, un hecho, un acontecimiento o una persona. En este sentido, la coherencia y consistencia entre las decisiones, actuaciones, apariencia y los mensajes de la comunicación, son aspectos claves para crear percepciones individuales y colectivas, las que luego se traducen en imagen pública positiva.

En cambio, la incoherencia e inconsistencia entre el pensamiento, el decir y el hacer de los países, las organizaciones, las personas y las marcas, son el abono que permiten el nacimiento y crecimiento del descrédito, el cual imposibilita las condiciones que habrán de incidir en la creación de percepciones que favorecerán la imagen pública. No hay que olvidar que la imagen pública es un proceso integral que abarca el pensamiento, las decisiones, las actuaciones, la gestión de las emociones, la efectividad de la comunicación, la capacidad para fomentar vínculos sostenibles, entre otros aspectos tangibles e intangibles.

La pertinencia de la toma de decisiones, el comportamiento ético, la veracidad de los mensajes de la comunicación y la coherencia entre el pensar, el decir y el hacer de las organizaciones y de las personas, son los componentes intangibles que determinan la imagen de descrédito. En definitiva, el descrédito público o social no llega por obra y gracia del Espirito Santo, es un resultado que proviene de las malas decisiones y del comportamiento al margen de la transparencia y de los valores éticos y morales. Las organizaciones y personas que deciden y actúan correctamente, nunca cargaran con el peso negativo que produce el descrédito.

Además, podría decirse que el descrédito es un atributo negativo que, en corto y mediano plazo, daña la imagen pública de aquellos países, empresas, instituciones marcas y personas que no analizan el impacto de sus decisiones y de sus actuaciones. Sin lugar a dudas, cuando se decide y se actúafuera del marco de las leyes, normas y costumbres que han sido establecidas y aprobadas por consenso, lo más lógico es que se origine una percepción negativa, que sirva de plataforma para la creación y mantenimiento de la imagen de descrédito. El descrédito es un ruido que genera percepciones, opiniones, actitudes e imagen pública negativas.

Se ha comprobado que las decisiones y actuaciones que provienen de países, organizaciones y personascon buena inteligencia emocional, social, cognitiva y espiritual, son claves para prevenir el descrédito. No hay razón para que se genere una imagen pública de descrédito, cuando se decide y actúa en función al ordenamiento jurídico y al sistema de valores éticos y morales establecidos. Recuérdese que el descrédito es la disminución o pérdida de la reputación positiva o de la buena fama, del valor o la estima que ha ganado un país, una empresa, una institución o una persona, como resultado de sus buenas decisiones y comportamiento.

 

 

 

 

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