La fotografía es uno de mis pasatiempos; el primero es la música, pues la lectura es, más bien, una compulsión. En mi primera visita a Cartagena de Indias, ciudad de grandes matices que rememoran la historia de los inicios de la época colonial, lo primero visitado fue la Plaza de Santo Domingo, atraído quizás por el nombre.
Allí nos encontramos con una regordeta dama desnuda frente a la iglesia del mismo nombre. Deben existir pocas damas en el mundo en estas condiciones frente a una iglesia. Es autoría del más famoso pintor y escultor colombiano, Fernando Botero.
Sentados en la plaza, ya en el atardecer, tomamos la foto de las farolas frente a la iglesia. Con todo lo de alrededor: balcones florecidos, techos de ladrillos, portones con escudos…
El Castillo de San Felipe de Barajas, antiguo complejo militar, es el más grande de América al respecto y posee cuatro puestos de control y ocho cañones.
Allí fotografié su más elevada torreta y el cañón que apuntaba hacia el hotel Hilton, donde nos hospedamos, así como otras obras históricas de esta hermosa ciudad.