La muestra, que estará abierta al público hasta el 10 de febrero, se realiza con motivo de la festividad de la Virgen de la Altagracia y presenta imágenes hechas en madera que evocan la pureza y la gracia de la Patrona de los dominicanos

POR MIRFAK ROWLAND

La  imagen de la Virgen de la Altagracia es símbolo de amor y maternidad. La madre de nuestro señor Jesucristo es valorada no tan sólo por lo que es, sino porque representa fielmente la esencia viva de la pureza, de la espiritualidad y de la fe de quienes ven en ella a la intermediaria entre los humanos y El Altísimo, que procura fervientemente que las peticiones sean complacidas y que los pecados sean perdonados.

Cada 21 de enero, la patrona de la República Dominicana es venerada por muchos criollos, quienes se trasladan desde diversos puntos del país a la Basílica de Higüey, procurando su ayuda,  protección y perdón.

Bonao, la «villa de las hortensias», es una tierra que hace uso del pincel y la madera para plasmar imágenes que celebran su presencia celestial. Diversos artesanos de la provincia han querido homenajearla, confeccionando esculturas y piezas en madera tallada que evocan su ternura y que muestran al país y al mundo la devoción de los bonaerenses por la protectora de los dominicanos.

Desde el pasado miércoles 17 de enero hasta el 10 de febrero, el Museo del Hombre Dominicano sirve de escenario para una muestra mágica y singular. Se trata de la exposición «Santos de Palo» que se realiza por segunda vez consecutiva en Santo Domingo por diversos artesanos de la provincia Monseñor Nouel.

Según su coordinador, el artista Pedro Méndez,  la muestra se realiza con la finalidad de conmemorar su día nacional, así como para agradecerle el reconocimiento que recientemente recibió este grupo en Cuba por parte de la UNESCO por ser los artífices de «las mejores artesanías del Caribe».

El artista expresó que la tarea de confeccionar santos de palo es una tradición, cuyo origen se remonta a la época de la colonización, que se ha ido transmitiendo en Bonao de generación en generación y que ha permitido el desarrollo y reconocimiento de muchos artistas oriundos de esta  zona.

Agregó que, en esta ocasión, presentarán a tres nuevos artistas que pertenecen al grupo, quienes, al igual que los demás, han creado piezas en madera de roble, material  que se ha utilizado por décadas para realizar este trabajo ya que «es una costumbre hacerlas con el roble, debido a que antiguamente, si estas esculturas no se confeccionaban con este tipo específico de madera, el párroco de la comunidad no las bendecía».

En la exposición se presentarán alrededor de 40 piezas en acrílico realizadas en madera curada y envejecida. Entre las características de las esculturas se encuentra las desproporciones en la forma, el colorido, además de que también se muestran otros motivos alusivos al cristianismo, como es el caso de las procesiones, el Cristo crucificado,  la penitencia, entre otros.

Entre los artistas que participan, Méndez citó a Benito Cuevas, Rusbel Méndez, Anselmo Vázquez, Martín López, Inés Jácquez (esposa del reconocido pintor Cándido Bidó), y demás maestros del roble y el pincel.

En cuanto a las expectativas de los participantes, Méndez expresó que esperan que asistan, como el año pasado, tanto devotos de la Virgen como coleccionistas, pues estas personas no sólo contribuyen con su presencia sino también que aportan sugerencias y recomendaciones que enriquecen los trabajos posteriores. Las obras cuestan entre RD$1.000 y RD$60.000.

«Tenemos las mejores expectativas, pues es un trabajo que interesa al público  dominicano porque con él le estamos dando continuidad a una tradición. Por eso, una gran cantidad de coleccionistas viene a adquirir las piezas artísticas y a observarlas, además de que nos dan sugerencias, por ser grandes conocedores de este tipo de obras», subrayó.

Méndez exhortó a las personas a que visiten la muestra que contiene obras únicas, irrepetibles y de gran valor cultural y religioso. «Exhortamos a los devotos de la Virgen que, antes  viajar a la Basílica de Higüey pasen por la exposición para que aprecien el trabajo de un grupo de artistas bonaerenses que también venera a la Patrona de los dominicanos», puntualizó.

Por su parte, Carlos Hernández Soto, director del Museo del Hombre Dominicano indicó que en este nuevo año 2007, siguiendo con la política de llevar el arte al pueblo por parte de la Secretaría de Estado de Cultura,  realiza este evento con motivo de la festividad de la Virgen de la Altagracia, brindando de esta manera un apoyo concreto a este grupo de artistas bonaerenses.