Impacto de la aplicación de la tarifa de transición en los clientes de las distribuidoras

Impacto de la aplicación de la tarifa de transición en los clientes de las distribuidoras

Producirá un efecto demoledor en las finanzas y economía familiar de los que menos tienen y menos pueden para favorecer a los que más tienen y más pueden

Experiencia. En el país los aumentos en la tarifa siempre han generado aumento en las pérdidas

Bernardo Castellanos
Especial para Hoy

La aplicación de la tarifa de transición que comenzará a implementar la Superintendencia de Electricidad, con aumentos sostenidos y escalonados a ser aplicados trimestralmente a partir de noviembre 2021, tendrá un impacto devastador y demoledor en las clases bajas y media, que son las que consumen menos de trescientos (300) kilovatios hora al mes, mientras al mismo tiempo se produce un aumento insignificante, ridículo, pírrico o disminución, a las clases altas, los que más pueden y más tienen, que son los que consumen más de (setecientos (700) kilovatios hora al mes.


Cuando finalice el periodo de transición establecido para el aumento de la tarifa eléctrica, los consumidores de trescientos (300) kilovatios hora al mes o menos, que representan el 90% de los clientes de las distribuidoras, alrededor de un millón ochocientos mil clientes, equivalentes a un rango de personas entre siete (7) y nueve (9) millones, la tarifa eléctrica para esos clientes, sufrirá un aumento de cerca de un 200%, al pasar de un pago de 4.44 pesos por kilovatio hora, a más de once (11) pesos por kilovatio hora, mientras que a los clientes que consumen más de setecientos (700) kilovatios horas al mes, que tan solo representan el 5% de los clientes de las distribuidoras, unos cien (100) mil clientes, su factura, en el mejor de los casos, sufrirá un aumento marginal, pírrico, insignificante, o disminuirá.


Esta decisión de las autoridades y funcionarios del sector eléctrico, que incluye la Superintendencia de Electricidad, Ministerio de Energía y Minas y el Consejo Unificado de las Distribuidoras, producirá un impacto devastador y demoledor en las finanzas y economía familiar de los que menos tienen y menos pueden para favorecer a los que más tienen y más pueden, desencadenando a su vez, una espiral inflacionaria, pues ese impacto devastador y demoledor, también afectara a los pequeños y medianos negocios y comercios, lo que los obligara a aumentar el precio de los bienes y servicios que comercializan.


Todas las personas que han estado vinculadas al sector eléctrico saben que cuando se produce un aumento en la tarifa eléctrica, bajo la excusa y pretexto de aumentar los ingresos de las distribuidoras, lo que ocurre en la realidad es que, debido a la alta vulnerabilidad y debilidad del sistema de distribución a los fraudes y robos de energía, las pérdidas en vez de disminuir, aumentan significativamente, con lo cual el objetivo inicial deseado queda totalmente malogrado.

El problema del sector eléctrico en lo relativo a las altas pérdidas financieras, exceso de gastos corrientes y empleomanía no se resuelve con un aumento en la tarifa eléctrica, que en este caso lo que hace es penalizar a los que menos pueden y menos tienen, para favorecer y privilegiar a los que mas pueden y más tienen.

La solución a la grave situación de déficit financiero de las distribuidoras, el cual se ha agravado en estos casi (15) meses de gestión, pasa por una reducción drástica de los gastos corrientes de esas empresas, que hoy se sitúan alrededor del 24% de los ingresos, cuando según el Partido Revolucionario Moderno (PRM), cuando estaba en la oposición, planteaba que no se podía hablar de subir la tarifa eléctrica hasta tanto el gasto corriente de las distribuidoras no se situara como máximo en un 10% de los ingresos.

Tener hoy día un gasto corriente que representa el 24% de los ingresos de las distribuidoras implica un gasto en exceso, innecesario, en el orden de los doscientos (200) millones de dólares anuales.


Las autoridades deberían dar el ejemplo comenzando por la reducción drástica del gasto corriente de las distribuidoras, en lugar de querer transferir y penalizar a los que menos pueden y menos tienen, para que sean los que asuman la carga económica y financiera de la pésima gestión de las distribuidoras, con su exceso de gasto corriente y altas pérdidas.


No es cierto que la aplicación de la tarifa de transición reduce o desmonta el subsidio anual que el Estado otorga a las distribuidoras para cubrir el déficit financiero de las mismas, ocasionado única y exclusivamente por la pésima gestión, exceso de empleomanía, exceso de gastos corrientes y altas pérdidas.


Lo que está planteado en la decisión tomada por las autoridades del sector eléctrico es la eliminación del subsidio cruzado que existe en la actualidad en la tarifa eléctrica, subsidio que ha existido desde siempre, el cual consiste en que los clientes que más consumen electricidad en un mes, que son los que más pueden y más tienen desde el punto de vista económico, pagan una tarifa eléctrica por kilovatio hora mayor que los clientes que consumen menos electricidad en un mes, que son los que menos pueden y menos tienen, desde el punto de vista económico.

Ese esquema de subsidio cruzado en la tarifa eléctrica es similar al esquema de impuesto progresivo que existe en el Impuesto Sobre la Renta, donde quien más gana paga una tasa impositiva mayor en términos porcentuales, que el que menos gana.


La pretensión de las autoridades del sector eléctrico es establecer una tarifa eléctrica plana, en donde todos los clientes paguen el mismo precio de la electricidad, sin importar su nivel de consumo. Eso es un impuesto regresivo que perjudica y lesiona a los que menos tienen y menos pueden


El esquema de subsidio cruzado que existe en la actualidad en la tarifa eléctrica en nada perjudica a las finanzas públicas, pues el mismo es cubierto por los altos consumidores, que son los que más tienen y más pueden, subsidiando a los que menos tienen y menos pueden.


El subsidio anual que otorga el Estado para cubrir la pésima gestión, exceso de gastos corrientes y altas pérdidas de las distribuidoras, no se verá reducido con la reducción y eliminación del subsidio cruzado que existe en la actualidad en la tarifa eléctrica. Esa decisión solo perjudica a los que menos tienen y menos pueden.

Las autoridades del sector eléctrico deben seguir el ejemplo dado por el presidente Luis Abinader, quien colocando el oído en el corazón de la población, desistió de aplicar una reforma fiscal, la cual produciría un impacto negativo significativo en las finanzas de la clase media y pobre, que son los que menos tienen y menos pueden.


Las autoridades del sector eléctrico deberían imitar el gesto y decisión del Presidente de concentrar los esfuerzos en una reducción drástica del gasto corriente, en lugar de pensar en aumento de la tarifa eléctrica para perjudicar a los que menos tienen y menos pueden y favorecer a los que más tienen y más pueden.

EL EJEMPLO COMIENZA POR CASA, DE ARRIBA HACIA ABAJO, DE LOS PADRES A LOS HIJOS, DE LOS FUNCIONARIOS HACIA LA POBLACIÓN

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