Hoy 
En mi trabajo de la semana pasada trataba de llamar la atención sobre la importancia de tener capacidad para explotar los recursos mineros de manera responsable y sustentable.
América Latina y el Caribe, región que durante los últimos años ha estado proyectándose con una imagen privilegiada por la capacidad mostrada no solo para enfrentar la crisis mundial sino, incluso, para continuar creciendo, cuenta en el conjunto de naciones un grupo importante de países que tienen en la minería un pivote relevante para su desarrollo socio-económico. El sector minero tiene en ellos un papel estelar con una incidencia significativa en la generación de empleos y del ingreso.
Ciertos actores – China e India – han incrementado la demanda de recursos naturales y, en consecuencia, los precios se han presionado al alza, beneficiando a los países productores – exportadores y despertando la codicia de grandes inversionistas que han acudido con sus capitales como flujos de Inversión Extranjera Directa – IED -. De acuerdo con la CEPAL, si entre el 2000 y 2005 el ingreso anual promedio de inversión foránea fue de 67 mil millones de dólares, en el 2010 alcanzó 103 mil millones para un aumento del 153.7%, estimándose que crecerá otro 54% del 2011 al 2015 para llegar a los 158,600 millones de dólares en flujo anual de inversión.
En términos de IED, en el 2010 la región recibió un 30% de ella dirigida al sector minero, el doble de la relación de tan solo tres años atrás. En casos específicos tuvimos que en el 2010 de toda la IED que recibió Brasil el 36% fue para la minería, en Chile fue el 53%; en Colombia un 30% y en Bolivia del 2004-2008 la proporción fue del 34%.
La incidencia del sector en el comportamiento de la economía en general es igualmente impresionante. En el período 2006-2010, momento en que se inició la crisis, los países donde la minería tiene mayor peso crecieron en promedio 4.7%, mientras que el crecimiento promedio para toda la región fue del 3.9%.
De acuerdo con algunas estimaciones en los países de fuerte incidencia minera alrededor del 21.4% de los ingresos del gobierno proceden de la minería.
La CEPAL llama la atención sobre otro efecto positivo colateral que conlleva la explotación de la riqueza minera para los países beneficiados con ella: un mayor flujo de IED, incrementa los ingresos y despeja las perspectivas a futuro y con ello baja el nivel de riesgo-país con lo cual se estimula la llegada de más capitales para otros sectores.
Para nuestros países, incluyendo lógicamente a la RD, la riqueza minera es un gran reto. Para explotarla hacen falta ingentes recursos y un know-how muy especializado.
Grandes riesgos se manifiestan en dos direcciones: por un lado un eventual impacto ambiental que exige mecanismos de protección con fuertes inversiones para renovar y tratar el efecto en la naturaleza; y, por otro lado, una inteligente previsión para lograr la sostenibilidad económica una vez agotado el recurso minero.
