Impacto del desempleo

Impacto del desempleo

Decenas de informes, encuestas y diagnósticos sobre el empleo han sido realizados en la  República Dominicana en los últimos años por instituciones públicas y privadas para medir el impacto del mercado laboral,  pero a pesar del aporte y las conclusiones que han derivado de ellos diversos sectores se muestran incrédulos de las cifras que se aportan sobre ese sector.

Los estudios sobre la economía en general, y de la dinámica del mercado laboral en particular, que se han hecho en las  últimas cuatro décadas,  concluyen que pese al extraordinario crecimiento económico experimentado, el ritmo de incremento en la creación de empleos ha sido insuficiente para absorber el creciente aumento de la fuerza de trabajo en el país.

Este crecimiento  económico también ha sido incapaz de reducir de manera significativa los niveles de desempleo.

En estudios de economistas nacionales sobre el mercado laboral se ha hecho referencia a las limitaciones que impone el análisis sobre el sector,  así como las divergencias entre las estimaciones de desempleo de diferentes fuentes.

Controversia.   El libro “Empleo y desempleo en República Dominicana, la controversia de las cifras oficiales”, de Julio César Mejía Santana, señala también que de los aportes  hechos por algunos  estudios al revelar diferencias metodológicas que están en la base de las discrepancias entre las estimaciones de desempleo derivadas de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT) del Banco Central y las obtenidas con otras encuestas de hogares, y con otras alternativas de estimación de desempleo, aún persisten vacíos de conocimientos acerca del por qué de esas diferencias.

Aún está pendiente dilucidar si la ENFT  está subestimando o sobreestimando el nivel de desempleo del país y cuál es la pertinencia de la definición ampliada de desempleo y de su correspondiente medición para caracterizar los niveles, determinantes, brechas y consecuencias.

En la actualidad, una tasa de desempleo de 14.4% que reporta el BC en su ENFT de abril de 2010 sólo puede encontrarse en países más pobres del continente africano y en otros localizados en zonas en situación de guerra. Habría que preguntarse, entonces, no solo acerca de la pertinencia de la medición del desempleo utilizada en el país, sino si en realidad ese nivel de desempleo está indicando que la economía  nacional está tan rezagada como la de esos países o por debajo de aquellos con economía relativamente  pequeñas en cuanto a capacidad de generar empleos y con estructuras demográficas similares, como son los países centroamericanos.

Estas y otras lagunas  en el conocimiento de las magnitudes del empleo y el desempleo en República Dominicana revelan la necesidad de un análisis más completo y  detallado, desde una perspectiva histórica e integral, de los aspectos conceptuales y metodológicos relacionados con las divergencias y las convergencias entre las estimaciones de las encuestas de hogar.

Estudio del PNUD.  En este país se habla mucho de progreso y modernidad, pero en una sociedad en la que  predomina  un modelo rentista y un  permanente clientelismo político, es difícil  en los actuales momentos conseguir un empleo de calidad.

En tal sentido, un  estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que abarca  del año 2000 al 2007,  señala que la mitad de la población juvenil dominicana labora en el sector informal, mientras que el 47 por ciento trabaja sin remuneración fija.

El diagnóstico también refiere que el 58 por ciento de los desempleados está por debajo de los 29 años de edad, cuestión que se dificulta con la incorporación cada año al mercado laboral de casi 14 mil jóvenes entre 15 y 24 años.

El índice de desempleo es mucho mayor al 15% que apuntan estadísticas oficiales, situación que se agrava por la pobre calidad de los nuevos empleos creados, la mayoría de los cuales corresponde a trabajo doméstico y colmado, peluqueros y choferes.

Fuerza de trabajo.  La  ENFT levantada en abril de este año en 9,952 hogares a nivel nacional,   indica que la tasa de desempleo ampliada bajó de 14.9 a 14.4 por ciento de octubre de 2009 a abril de 2010, mientras que la Tasa de Desocupación Abierta disminuyó de 5.1 a 4.5 por ciento,  quedando por debajo de México (5.3%),  Uruguay  (7.4%), Brasil (7.4%) y Chile (9.0%).

Las estadísticas oficiales destacan que entre octubre de 2009 y abril de 2010 se crearon 130,440 nuevos empleos, debido a la reactivación que ha venido experimentando la economía en los últimos trimestres, fundamentalmente en aquellos sectores en los cuales se ha registrado mayor dinamismo como la agropecuaria, manufactura, construcción y comercio.

Entre octubre de 2004 y abril de 2010 se produjeron en el país 559,235 nuevos empleos netos, un promedio de 93,206 empleos por año,  tomando en consideración las pérdidas registradas básicamente en las ramas textiles de las zonas francas.

De los 14 países latinoamericanos que cuantificaron el empleo informal, República Dominicana se encuentra en la posición media, con un 56% dentro del total de la población ocupada, junto con México (54%), Venezuela (54%) y Brasil  (55%).

La cantidad de trabajadores formales aumentó en cerca de 241,000,  alcanzando 1,645,762, mientras que el empleo informal aumentó alrededor de 600,000 para colocarse en 2,092,832. La proporción de empleados en la informalidad pasó a ocupar el 56%, 2.8 puntos porcentuales más que hace 10 años.

Impulsar empleo. De acuerdo con la Estrategia Nacional de Desarrollo (2010-2030), auspiciada por el Ministerio de Economía, el Gobierno se ha comprometido a impulsar la creación de empleo, ya que tiene proyectado propiciar mayores niveles de inversión, tanto nacional como extranjera,  en actividades de alto valor agregado y capacidad de generación de empleo decente.

El plan busca también consolidar el Sistema de Formación y Capacitación Continua para el Trabajo, a fin de acompañar el aparato productivo en su proceso de escalamiento de valor, facilitar la inserción en el mercado laboral y desarrollar capacidades emprendedoras.

Divergencias.  De las divergencias, incongruencias e inconsistencias en las definiciones, mediación y resultados del desempleo y  el empleo mostrados por el consultor Mejía Santana en su libro, se deriva la necesidad de discutir y revisar los algoritmos de cálculo del desempleo en sus tres vertientes  (abierto, oculto y ampliado).             

Factores de orden institucional e incluso histórico determinan la  inexistencia de una metodología oficial de cálculo del desempleo, discutida y consensuada entre las instituciones e investigadores del sector laboral.

Para garantizar la  confianza en las cifras hace falta  un mecanismo sostenible de coordinación interinstitucional eficiente y funcional de las estadísticas laborales, a fin de garantizar que las operaciones  se realicen con apego a  normas internacionales.

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Mercado laboral

La fuerza de trabajo en el mercado laboral ha estado  en crecimiento constante, aunque con altas y bajas durante los últimos diez años, de acuerdo con estadísticas del Banco Central, tomadas de la ENFT, que se realiza dos veces al año.

Un elemento preocupante en ese comportamiento es el constante aumento de la cantidad de trabajadores en el mercado informal. De acuerdo con estadísticas oficiales, hace diez años, en el 2000, el país registró 1,404,855 trabajadores en el mercado formal, mientras que en el  informal trabajaban 1,597,290 personas, cifra que mostró  que el 53.2 por ciento de los empleados activos en el país estaba en el área informal.

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